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Baltar dejó en el Ayuntamiento a decenas de funcionarios que no caben en la Diputación

Los empleados, sin ningún cometido, se reparten el lugar de trabajo en turnos horarios

La política de contrataciones de la Diputación de Ourense estaba extendida por el Ayuntamiento. Varias decenas de personas contratadas como Agentes de Desarrollo Local (ADL) por la institución provincial fueron "transferidas" a la municipal ante la imposibilidad de encontrarles espacio en las dependencias del pazo provincial. Pero en el Ayuntamiento tampoco caben. El grupo de gobierno del PP ideó una fórmula para mantenerlos: la permanencia por turnos. Las sillas están siempre ocupadas, pero con distintos usuarios a lo largo de cada jornada.

Ahora, socialistas y nacionalistas, coligados en el gobierno local, se los encuentran por todas partes, no saben cuántos son ni tampoco qué hacer con ellos. "¡Mientras pague Baltar...!", señalan entre jocosos y resignados.

El nuevo grupo de gobierno no da crédito. Decenas de personas -de momento no pueden cuantificar el dato- ocupan plazas inexistentes en la institución local orensana. Todas ellas fueron contratadas como ADL por la Diputación y traspasadas al Ayuntamiento de la capital cuando ambos organismos estaban gobernados por el PP. Entre los contratados figuran personas vinculadas al PP e incluso algunos alcaldes electos de la provincia.

Pero la institución local, en la que el crecimiento de personal en los últimos meses ha sido notable -se celebraron dos procesos de oposiciones en los últimos cuatro meses, y las pruebas finalizaron un día antes de constituirse la nueva corporación- no tiene infraestructura suficiente para dar cabida a tanto empleado, por mucho que carezcan de cometido. Éste parece haber sido el motivo que llevó al anterior gobierno local a idear un sistema de sillas calientes. Varias personas ocupaban la misma plaza, pero en turnos horarios distintos. Fuentes del Ayuntamiento sostienen que, para organizar estos turnos, los usuarios dejaban su puesto vacante por espacio de unas horas "y se daban una vuelta por la ciudad; iban a tomar café o a hacer recados". Después regresaban y salían los otros.

El nuevo alcalde orensano, el socialista Francisco Rodríguez, expresa su sorpresa: "Vaya por el departamento que vaya, me encuentro a cuatro o cinco personas que dicen que son de la Diputación y que no sé qué cometido tienen aquí". El alcalde ha pedido a los distintos departamentos municipales el dato exacto de los trabajadores transferidos por la institución provincial. "Pero no constan en ningún lado, así que aún no sé si son 40 ó 400", señala.

Para esclarecer el misterio de los trabajadores fantasmas, el regidor sostiene que, como último recurso, llamará mañana al jefe de Personal de la Diputación. "Más que nada para saber de qué dispongo, porque a lo mejor hay alguna lumbrera y nos conviene aprovecharla... gratis, claro", ironiza.

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En la misma línea se expresa el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal. El nacionalista hace recuento de los despachos "completamente vacíos" que les dejaron los concejales del PP. "En el mío había un perchero con dos paraguas, una estantería totalmente vacía, una lamparita de mesa y un folleto del aparcamiento subterráneo del Parque de San Lázaro aprobado por el PP y al que nos habíamos opuesto nosotros, supongo que para echármelo en cara". El despacho -que pertenecía al anterior edil de Infraestructuras- carecía de cualquier otro documento y ni siquiera tenía el ordenador. "Pero a cambio nos dejaron esto lleno de funcionarios y también de trabajadores que paga la Diputación; ¡estoy encantado; son gratis!", bromea el nacionalista. Como su socio de gobierno, Sánchez Vidal sostiene que, vaya por donde vaya, aparecen estos empleados que carecen de cometido específico. Tampoco él sabe cuántos son. "En Infraestructuras, ayer [por el jueves] había unos ocho o nueve", detalla.

Con malestar, pero también con resignación, han aceptado PSOE y BNG la herencia de funcionarios que el PP dejó colocados en el último momento. El alcalde lamenta que hasta el último día se hayan estado celebrando exámenes para dotar al Ayuntamiento de nuevo personal, en su mayoría vinculado al PP. "Y, aunque todos los puestos son igual de dignos, con las últimas oposiciones, celebradas incluso después de las elecciones del pasado 27-M, el PP cubrió 12 plazas de asesores jurídicos, arquitectos y otros funcionarios del grupo A, el de mayor nivel", que a partir de ahora ejercerán como técnicos asesores del nuevo gobierno local.

El ex concejal de Personal, Francisco Javier Rodríguez Nóvoa, del PP, confirma este hecho señalando que es "absolutamente legal" haber finalizado el proceso de exámenes con otro gobierno electo y advierte que su hermano, admitido para presentarse a la plaza de arquitecto, decidió finalmente no concurrir a la prueba en cuanto este periódico hizo público su parentesco. "Fue para no perjudicarme", alega.

Nóvoa -quien siendo concejal se hizo con una plaza de funcionario en la Diputación y tiene a varios familiares contratados en el Ayuntamiento, en donde ha sido hasta ahora responsable de Personal y presidente de los tribunales de las oposiciones- vaticina que no prosperará ninguna demanda contra su proceder. "No hemos hecho nada ilegal", sostiene.

A este respecto, el alcalde confía en que prospere el recurso presentado por la CIG contra la composición del tribunal -integrado por concejales del grupo de gobierno saliente- para que se desestime el proceso. "Desde luego", afirma, "es la primera vez en la historia que después de celebradas unas elecciones, y un día antes de que se constituya la nueva corporación, se celebran oposiciones" en una institución.

'Temporeros' recolocados en el pabellón de deportes

Los agentes de desarrollo local son la guinda del sistema de contrataciones de la Diputación. Al alto número de familiares de cargos del PP empleados en este organismo, se suman los eventuales ADL a los que la institución da trabajo, o al menos nómina, de año en año. "Son temporeros", señala un funcionario del organismo provincial, "y suele ser a partir de este mes, siempre en verano, cuando se hacen los contratos". Aunque el organismo provincial suele quedarse con un número indeterminado de ellos, "la mayor parte los cede a los ayuntamientos de la provincia de su propio signo político", que hasta ahora eran la mayoría. De esta forma, el presidente del PP "ha mantenido la red clientelar que le ha dado tantos réditos políticos", señala el funcionario.

El actual alcalde de Ourense -hasta ahora portavoz del PSdeG en la Diputación- ha reiterado su denuncia sobre el excedente de personal de la institución provincial. "Me consta que han mandado personal a todas partes y que los que no le cabían en ningún lado, porque no había ya sillas suficientes en la Diputación, Baltar los enviaba al Pabellón de Deportes, sin cometido específico", insiste.

Aunque en teoría los ADL son los profesionales, encargados de evaluar, proponer y ejecutar planes de desarrollo, los contratados por la Diputación de Ourense se destinan básicamente, según fuentes de la institución, a "brigadas de obras".

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