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50.000 afectados más el día después

Cincuenta mil personas resultaron ayer afectadas por el descalabro del Euromed vacío que, el viernes, llegó lanzado a 120 kilómetros por hora a las inmediaciones de la estación de El Prat de Llobregat, en un tramo en que sólo se podía ir a 30. Hasta 180 trenes circularon con retrasos o bien, sencillamente, no realizaron el servicio programado. Anteayer fueron 80.000 los usuarios que sufrieron los problemas de Cercanías.

Responsables de Adif explicaron ayer que el tren no llegó a frenar y que no se activó el freno de emergencia
Los problemas causados por el descarrilamiento de un Euromed afectaron ayer a otros 50.000 usuarios y 180 trenes
Renfe restablece hoy el servicio al aeropuerto y de forma parcial la circulación entre Sants y Gavà
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Renfe y Adif trabajan contrarreloj con el fin de avanzar la normalización del servicio. Hoy volverá a funcionar la línea al aeropuerto, mientras que la C-2 Sur prestará servicio de forma parcial. Tres trenes por hora y sentido de circulación realizarán el recorrido completo, incluyendo el tramo entre Sants y Gavà hasta ayer afectado. Los autocares se mantendrán como transporte alternativo en caso de que sea necesario absorber más demanda. El lunes está previsto que todos los trenes circulen ya con total normalidad.

A primera hora de la tarde de ayer los operarios acabaron de levantar y trasladar el Euromed, de 200 metros de longitud, a una vía de servicio de la estación de El Prat. Liberada la vía, prosiguieron los trabajos de reparación de los 200 metros de vía y 400 de catenaria que resultaron dañados por el descarrilamiento.

Entre 150 y 200 técnicos y operarios trabajan desde el viernes sin interrupción en la retirada del tren. De estructura compacta, se tuvo que separar las locomotoras de los extremos y extraer el vagón central, correspondiente a la cafetería. Partido en dos, las grúas alzaron ayer los últimos tres vagones en bloque, que desplazaron hasta la vía más próxima. Una primera reparación de las ruedas permitió que los vagones rodaran 800 metros hasta la estación de El Prat, donde quedaron apartados en la vía 4, junto con los cuatro primeros vagones que ya fueron trasladados durante la madrugada de ayer.

Operación compleja

"Se está trabajando rápido, teniendo en cuenta la complejidad de la operación", afirmó el gerente del operativo de Adif en Barcelona, Joaquín Záforas.

La operadora destinó un centenar de autobuses, con una capacidad de 5.000 pasajeros por hora, para suplir la falta de servicio de la C-10 al aeropuerto y la C-2 Sur entre Sants y Gavà. En este caso, coincidiendo con la verbena de Sant Joan, intensificó el servicio alternativo en Sants por la noche, cuando muchos barceloneses acuden a la costa del Maresme o del Garraf a pasar la festividad. Sin embargo, los responsables de Renfe admitieron la insuficiencia de la medida: "No podemos dar el mismo servicio. Un solo tren equivale a 38 autobuses", dijo el director de Cercanías, Miguel Ángel Remacha.

Por ello, durante la tarde se avanzó al máximo las tareas de reparación de las vías en El Prat, con el fin de que a última hora de la noche algunos trenes pudieran volver a circular entre Sants y Gavà.

A la espera de lo que pudiera suceder por la noche, durante el día la estación de Sants vivió una jornada tranquila, a diferencia del caos que hubo el viernes. Hacia las ocho de la tarde, la gente esperaba con bastante tranquilidad y con ánimo de verbena, con neveras portátiles y casi todos con coques, los autocares que suplieron los trenes cancelados, informa Camila Guerrero.

Remacha excusó el hecho de que en algunas estaciones las ventanillas estuvieran cerradas, lo que desesperó a muchos usuarios que buscaban información. "Es posible que no estuvieran en las taquillas porque estaban realizando otras tareas, como conducir a otros usuarios hacia los autocares", comentó. En Sants, durante todo el viernes se entregaron unos 1.000 billetes de devolución exprés, aunque muchos usuarios desistieron de reclamar para evitarse las colas.

Además de las líneas C-2 y C-10, también están a la espera de normalizarse la C-3 y C-7, que ayer sufrieron retrasos de unos 10 minutos. Si habitualmente finalizan en L'Hospitalet, desde el viernes realizan la última parada en Sant Andreu Arenal y Montcada Bifurcació, respectivamente. En ambos casos los pasajeros tuvieron que realizar trasbordo y proseguir por la C-4, cuyo trayecto por Barcelona y L'Hospitalet es coincidente.

El tráfico ferroviario se normalizó en la C-1. Los trenes de media y larga distancia, que se desviaron por Vilafranca del Penedès, circularon con una hora de retraso.

La investigación sobre las causas del descarrilamiento avanza. Adif informó de que intervinieron dos factores: al error humano se suma un posible error mecánico. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias y Renfe continúan investigando todos los factores que provocaron el accidente, que se atribuyó desde un primer momento a un exceso de velocidad.

El tren circulaba a más de120 kilómetros por hora en un tramo donde no debe ir a más de 30. Por ello el maquinista está expedientado y retirado del servicio, a la espera de que concluyan los informes. Sin embargo, los sistemas de seguridad y de frenado automático del tren y de las vías también están siendo analizados. "El tren no llegó a frenar en ningún momento", explicó el gerente del operativo de Adif en Barcelona, Joaquín Záforas. Si el tren se paró fue después de descarrilar y por el efecto de fricción con el suelo. En las averiguaciones posteriores se ha comprobado que los equipos de freno funcionaban correctamente. Falta por averiguar por qué el frenado de emergencia no se activó.

Dos operarios trabajan en la reparación de la catenaria.
Dos operarios trabajan en la reparación de la catenaria.MARCEL·LÍ SÀENZ

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