El Photomuseum hace memoria de la imagen

"El hombre ha tenido siempre la preocupación por reproducir la imagen", afirma el director del Photomuseum de Zarautz, Leopoldo Zugaza, y se remonta en el tiempo para poner como ejemplo las figuras que creaba la luz del fuego en las cuevas prehistóricas. Esa preocupación siempre ha estado ligada a "lograr el movimiento", añade, mientras contempla las cerca de 150 piezas que dan forma a Hacia la imagen en movimiento, una exposición que permitirá al público repasar los orígenes de la fotografía y el cine en el museo de la localidad guipuzcoana hasta el próximo 22 de julio.

La muestra empezó a gestarse en junio del pasado año, cuando la Diputación de Guipúzcoa y la Fundación Kutxa compraron de forma conjunta por 380.000 euros una colección privada integrada por más de 3.250 piezas relacionadas con el origen de la fotografía y el cine. Esa colección, que se encontraba en manos de una familia originaria del País Vasco francés que residió muchos años en América, incluye imágenes, aparatos y documentos desde el siglo XVIII hasta comienzos del XX.

El Photomuseum, que ha ampliado su denominación y ahora se presenta como museo de fotografía y cine, está recibiendo poco a poco en depósito los citados fondos, entre los que se pueden encontrar hasta medio centenar de tipos de objetos.

Tras catalogar y contextualizar el material, la idea barajada desde su adquisición era exponerlo al público. Un objetivo que ahora, un año después, se empieza a materializar con la exposición temporal Hacia la imagen en movimiento. La muestra reúne unas 150 piezas que conforman "un discurso, una unidad", que repasa los antecedentes y los primeros pasos de la fotografía y el cine.

El recorrido arranca con unas sombras orientales procedentes de Bali. Se desconoce la fecha de su creación, pero ya apuntan el interés por narrar historias mediante la luz y las sombras.

La exposición se detiene luego en los antecedentes técnicos de la fotografía. En este apartado destaca, por ejemplo, un retrato realizado con fisionotrazo de Carlota Corday, la mujer que apuñaló en la bañera en 1793 al dirigente revolucionario francés Jean-Paul Marat.

Poco a poco, Hacia la imagen en movimiento recala en los primeros pasos de la fotografía a través de cámaras y visores fotográficos hasta llegar al cine. El público podrá contemplar cámaras que servían tanto para tomar vistas como para luego poder proyectarlas. Disfrutará además de un elegante kinetoscopio, el primer aparato para visionar de manera individual películas continuas a una velocidad de 40 imágenes por segundo. A partir de 1894, funcionó con monedas en locales públicos, según explica el pequeño diccionario que se ha editado con motivo de la exposición.

Entre los objetos que reflejan el deseo de lograr el movimiento llama la atención un antiguo zoótropo, un juguete óptico conocido también como tambor mágico o rueda de la vida, que se utilizaba para otorgar un movimiento cíclico a una imagen dibujada.

Hacia la imagen en movimiento. Photomuseum de Zarautz. San Ignacio, 11. Hasta el 22 de julio. Horarios: de martes a domingo: de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 20.00; lunes cerrado