25 civiles mueren en un bombardeo de la OTAN en el sur de Afganistán

Veinticinco civiles, entre ellos 12 miembros de la misma familia, murieron ayer en un ataque aéreo de la OTAN contra un grupo de talibanes en el sur de Afganistán. De hecho, 20 combatientes islamistas murieron también en el bombardeo, pero este nuevo error representa un grave problema para la Alianza Atlántica. El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, ordenó la apertura de una investigación.

El jefe de la policía en la provincia de Helmand, Husien Andiwal, señaló que el ataque tuvo lugar en la noche del jueves y precisó que nueve mujeres y tres niños de una misma familia fallecieron bajo las bombas. El bombardeo se produjo en el distrito de Girishk, uno de los bastiones de los talibanes y una de las zonas donde más opio se cultiva.

Aunque las fuerzas estadounidenses no han realizado ningún comentario sobre la muerte de civiles, la OTAN -que mantiene una fuerza diferente en Afganistán, pero también bajo mando de EE UU- dijo que el bombardeo tuvo lugar después de que fuerzas aliadas fuesen atacadas. "Estamos muy preocupados por las informaciones que indican que este bombardeo ha provocado víctimas civiles", dijo el teniente coronel Mike Smith. "Sin embargo, es importante destacar que fueron los insurgentes los que comenzaron los ataques y seguramente el riesgo para los civiles era deliberado", señaló.

Desde Montreal, el secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, anunció la apertura de una investigación. En los últimos meses, desde que los talibanes comenzaron una ofensiva, las víctimas civiles se han multiplicado, al igual que las críticas hacia la Alianza. "Cada víctima civil es una víctima de más", dijo Hoop Scheffer, quien insistió en que la OTAN hace todo lo posible para evitar que este tipo de incidentes se produzcan. Los 26 países de la Alianza se comprometieron la semana pasada en Bruselas a evitar en todo lo posible las víctimas civiles, que minan el apoyo de la población hacia las tropas internacionales.

Según un grupo de 100 organizaciones de derechos humanos afganas y occidentales llamado Acbar, 230 civiles han muerto en operaciones de la OTAN desde el principio del año. En 2006, murieron el mismo número de civiles.