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Alborch reclama a Barberá "humanidad" con el Cabanyal

Una sentencia advierte de que el Supremo podría anular los derribos

La portavoz del grupo municipal socialista en Valencia, Carmen Alborch, inauguró ayer su oposición a la alcaldesa, Rita Barberá, exigiendo "transparencia, prudencia, humanidad y diálogo" con los vecinos afectados por las expropiaciones de la prolongación de Blasco Ibáñez hacia el Cabanyal. Una sentencia del TSJCV advierte de que los derribos siguen recurridos al Supremo, que podría considerarlos ilegales.

El TSJCV avisa de que los solares no urbanizan sino que degradan el barrio

El grupo municipal socialista estrenó ayer su nueva política de oposición a la gestión del PP en el Consistorio con una reunión con los vecinos del Cabanyal, afectados por las expropiaciones de la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez a través del histórico barrio marítimo. Los vecinos trasladaron a Alborch una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) que advierte al Ayuntamiento de que "está pendiente el recurso ante el Tribunal Supremo" por parte de los afectados y que los derribos podrían anularse.

Los representantes de la corporación municipal han manifestado que en otoño esperan poder comenzar las obras, sin esperar a que se pronuncie el Tribunal Supremo sobre la legalidad del plan urbanístico. Faustino Villora, representante de Salvem el Cabanyal pidió ayer a Alborch su mediación en el conflicto entre el barrio y el Ayuntamiento. "Sólo queremos que esperen unos meses a ver qué dice el Supremo, y que nos apoyen, porque el dolor humano de los jubilados pendientes de una expropiación también tiene que ser tenido en cuenta", afirmó Villora.

El TSJCV avisa en su sentencia, del pasado 5 de junio, de que los derribos no justifican un plan urbanizador, sino que colaboran a la proliferación de solares en el barrio y su degradación. Alfonso Grau, concejal de Grandes Proyectos, manifestó que los planes de urbanización tras los derribos existen y que han tratado a los vecinos con humanidad.

Alborch reclamó transparencia y una nueva oficina de información en el barrio. Grau recordó que ya existen dos. Sin embargo, Villora explicó que las oficinas varían su discurso y "sólo sirven para atemorizar a los vecinos, muchos de ellos jubilados de más de 80 años". Para explicar la "desinformación" a la que están sometidos los habitantes del antiguo barrio pesquero, Villora afirmó que no siempre se ofrecen las mismas compensaciones a los afectados que acuden a informarse. "Una señora me contó que le ofrecieron una vivienda de Cabanyal 2010 con unas condiciones muy ventajosas a cambio de su firma instantánea. Cuando acudió al día siguiente junto a su abogado, las condiciones ya no eran tan ventajosas", relata.

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