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La policía intercepta un barco que iba a Galicia con cuatro toneladas de cocaína

Un grupo de asalto del GEO frustró en aguas del Atlántico la operación de los narcotraficantes

Todo estaba preparado para desembarcar en Galicia la próxima semana uno de los mayores cargamentos de cocaína organizado entre grupos de traficantes latinoamericanos y gallegos. Pero a cuatro días de camino de su objetivo, un grupo de asalto del GEO abortó la operación en aguas del Atlántico con el abordaje del barco Oceanía, de 30 metros de eslora, que navegaba sin pabellón, cuando transportaba 154 fardos de cocaína, que pueden superar las cuatro toneladas, y detuvo a sus seis tripulantes. En tierra fueron apresadas otras cinco personas.

Agentes de la policía especializados en la lucha contra la droga y el crimen organizado de Galicia y Madrid y de la Sección Cuarta de Estupefacientes detuvieron en tierra a los dos dirigentes gallegos de la organización y los tres colombianos que iban a distribuir la mayor parte del cargamento desde la capital.

En Ribeira (A Coruña) fueron arrestados Miguel Ángel Rial Casais, de 46 años, y Víctor Manuel Pérez Santos, de 40, ambos con antecedentes por tráfico de drogas, que iban a dar cobertura al transporte del alijo hasta las costas de Galicia. Rial y Pérez ya habían preparado el pesquero que iría a recoger el cargamento y las planeadoras que lo acercarían a la costa.

Los detenidos pasaron a disposición del titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Fernando Grande-Marlaska, que dirigió las investigaciones. Está previsto que el Oceanía llegue a Galicia este fin de semana, custodiado por el buque Petrel, del Servicio de Vigilancia Aduanera.

Con esta operación, de nombre Castaño, no sólo se ha logrado retirar del mercado un importante alijo de cocaína, sino que se ha podido constatar, por primera vez, la conexión entre carteles colombianos y mexicanos con redes gallegas. El desembarco de los temibles grupos de traficantes mexicanos supone una amenaza añadida al escenario del crimen organizado, ya que intentan competir en este negocio con los colombianos asentados en la Península, como lo están haciendo desde hace una década en EE UU.

Colombianos y mexicanos

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La policía había sido alertada de este transporte tanto por la oficina principal de la DEA (agencia antidroga) en Washington como por la de México. Así se inició una investigación varios meses atrás para interceptar el barco. Aunque en el envío de esta droga a España habrían participado carteles colombianos y mexicanos, ningún integrante de estos últimos ha sido detenido.

El abordaje se produjo al oeste de las islas Azores, cuando la policía pudo constatar que el Oceanía había sido visto en aguas del Caribe en el mes de marzo a la espera del cargamento. La tripulación la formaban tres coreanos, un peruano, un colombiano y un venezolano.

Se trata, según fuentes manifestaron policiales, de una operación clásica de narcotráfico como las que se realizaban hace años, cuando los alijos de cocaína se transportaban desde los puntos de origen y se recogían en alta mar con barcos de apoyo. Los gallegos detenidos iban a desarrollar la última fase de la operación, la más arriesgada, por la que recibirían de un 25% a un 30% del cargamento.

De hecho, en el punto de abordaje del Oceanía, la policía registró, sin éxito, al menos uno de los pesqueros que navegaban próximos al barco nodriza y que pudieran estar esperando recibir la droga que sería luego transportada a tierra en planeadoras.

Los últimos cargamentos que se han interceptado en alta mar procedían de África, donde los países situados en el eje del Golfo de Guinea se han convertido en los últimos cinco años en el principal almacén de cocaína de las mafias y también de ocultación de embarcaciones.

Con este nuevo golpe, los servicios antidroga han retirado del mercado millones de dosis de cocaína que hubieran generado unos beneficios netos a estas mafias de 124 millones de euros.

Desde la Operación Destello, que se desarrolló en enero pasado con 35 detenidos y que supuso uno de los mayores éxitos policiales con la desarticulación de un activo grupo dirigido por colombianos, la policía ha incautado 9.809 kilos de cocaína, envíos organizados por potentes carteles suramericanos con la cobertura de las redes gallegas en el transporte y distribución.

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