Socialistas y nacionalistas toman el mando por primera vez de las ocho ciudades
El Partido Popular pierde casi 60 alcaldías, el PSdeG gana 38 más y el BNG pasa de 17 a 29
El nuevo mapa municipal trazado por las votaciones del pasado 27 de mayo tomó ayer forma casi definitiva. Un total de 310 alcaldes empuñan ya el bastón de mando con el que gobernarán sus ayuntamientos durante los próximos cuatro años: cerca de 160 lo hacen con las siglas del PP, 101 con las del PSdeG-PSOE, 29 con las del Bloque Nacionalista Galego y el resto con las de Terra Galega y otras candidaturas independientes. Por primera vez en la historia de la democracia, las ocho ciudades gallegas tendrán un regidor de izquierdas -siete del PSOE y uno del BNG-, gracias al pacto de apoyo mutuo suscrito entre los dos partidos.
El PP considera que el acuerdo entre sus rivales, que le ha arrebatado el poder en una treintena de ayuntamientos, es "pan para hoy y hambre para mañana". "Dentro de cuatro años, los ciudadanos castigarán que [socialistas y nacionalistas] no hayan tenido en cuenta su voto", vaticinan los populares, que en localidades como Ponteareas (Pontevedra) o Betanzos (A Coruña) también se han aliado con otras formaciones para arrancarle el bastón de mando al BNG y al PSOE respectivamente, que eran las fuerzas más votadas por los electores.
La alianza entre PSOE y BNG no fue igual de estrecha en todos los casos. En Vigo, Santiago, A Coruña, Ferrol, Ourense y Vilagarcía los concejales electos del Bloque respaldaron con su voto al candidato del PSOE y en Pontevedra, el nacionalista Miguel Fernández Lores se hizo con el bastón de mando con el apoyo de los ediles del PSdeG, pese a que aún no han logrado un acuerdo para gobernar juntos. En Lugo, sin embargo, el socialista Xosé López Orozco, que se quedó a las puertas de la mayoría absoluta, tomó posesión como alcalde sólo con los votos de su partido, ya que el BNG, la fuerza con la que retomará mañana las negociaciones para intentar sellar un acuerdo que les permita formar un gobierno de coalición, optó por abstenerse.
Los grandes cambios
El acuerdo firmado hace unos días por Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana para garantizarse el apoyo mutuo en las corporaciones fue incumplido en cinco municipios: Pontecesures, Meira, Porto do Son, Muros y Corcubión. Las direcciones gallegas de ambos partidos han anunciado que tomarán medidas disciplinarias contra sus compañeros.
La constitución de las nuevas corporaciones deja en Galicia un mapa municipal bien distinto al de hace cuatro años, sobre todo en las ciudades. Vigo reedita el gobierno de coalición entre socialistas y nacionalistas con el que arrancó el pasado mandato y que se rompió seis meses después en favor del PP de Corina Porro. En A Coruña, la entrada del BNG en el ejecutivo acaba con 24 años de vazquismo y entierra el enconado enfrentamiento que durante todo este tiempo han mantenido socialistas y nacionalistas en la ciudad.
El PSOE recupera la alcaldía de Ferrol después de 16 años y la de Ourense después de 12. El gobierno que formarán los socialistas en esta última localidad en coalición con el Bloque pondrá fin a la hegemonía del PP en la capital de una provincia que siempre ha sido un granero de votos para los conservadores.
En Lugo, el alcalde socialista Xosé López Orozco afronta un mandato como el que le aupó a la alcaldía por primera vez en 1999 y está obligado a entenderse con los nacionalistas si no quiere gobernar en minoría. En la provincia, el PP pierde 17 alcaldías, el PSOE gana 11 y el BNG, cuatro.
Pontevedra es la única ciudad con alcalde nacionalista. Miguel Fernández Lores retomará esta semana las negociaciones con el PSOE para intentar sellar un acuerdo que les permita formar un gobierno de coalición.
Dos de las cuatro diputaciones estarán en manos de la izquierda. En la de A Coruña, socialistas y nacionalistas repetirán el gobierno de coalición de hace cuatro años, mientras que la de Lugo dejará por primera vez de estar controlada por el PP. Touriño propondrá a Salvador Fernández Moreda y a José Ramón Gómez Besteiro como presidentes de los organismos coruñés y lucense, respectivamente.
Con las corporaciones ya constituidas, el secretario general del PP, Alfonso Rueda, destacó que su partido gobierna "en la mayoría absoluta de los ayuntamientos". El coordinador ejecutivo del Bloque, Francisco Jorquera, deduce de los resultados de la jornada que el nacionalismo ha cubierto "la práctica totalidad de los objetivos políticos" con los que afrontó las elecciones. El secretario de Organización del PSdeG, Ricardo Varela, se limitó a pedir explicaciones a los nacionalistas por el hecho de que sus ediles en Muros, Porto do Son y Corcubión incumplieran el pacto para apoyar a los socialistas.
Las corporaciones de Manzaneda, Arnoia y Castrelo de Miño en Ourense; Palas de Rei en Lugo y Santa Comba en A Coruña retrasarán su constitución a la espera de que se resuelvan los diversos recursos presentados.
PSOE y Bloque sancionarán a ediles rebeldes por unirse al PP
Los concejales electos del PSOE y del BNG en Muros, Porto do Son, Corcubión y Pontecesures incumplieron ayer el pacto de apoyo mutuo firmado por sus partidos. El candidato del BNG en Corcubión, Rafael Mouzo, repetirá como alcalde tras hacerse con el bastón de mando con el apoyo de la única edil del PP, con la que gobernará. En Porto do Son, los ediles nacionalistas pusieron la alcaldía en manos del PP al negarse a votar al representante del PSOE, que era la lista más votada, mientras que en Muros su candidato Domingo Dosil aceptó los apoyos del PP para proclamarse regidor y evitar que lo hiciera el aspirante socialista.
Los socialistas rompieron el pacto en Pontecesures. Allí sus dos concejales unieron sus votos a los del PP para hacer alcaldesa a la independiente María Isabel Castro. En Meira, los socialistas no respetaron sus acuerdos con Terra Galega. En este municipio lucense el único concejal del PSdeG salió elegido alcalde al votarse a sí mismo y conseguir el apoyo de los cuatro ediles del PP.
El coordinador del BNG, Francisco Jorquera, considera que el incumplimiento del pacto fue "residual", mientras que el secretario de Organización del PSOE, Ricardo Varela, pidió explicaciones a los nacionalistas por los casos de Muros, Corcubión y Porto do Son. Jorquera argumenta que la ruptura en estos municipios obedece "a conflictos locales largamente enquistados y en ocasiones motivados por cuestiones de carácter personal". Los nacionalistas abrirán expedientes disciplinarios a sus ediles con propuesta de expulsión. El PSdeG pondrá fuera de la disciplina del partido a sus concejales de Pontecesures, que deberán pasarse al grupo de los no adscritos. A su edil en Meira lo expulsará y disolverá la agrupación local.
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