Máscaras, todas
La exposición de Sanja Ivekovic en la Fundación Tàpies recupera para el público barcelonés gran parte de lo que era radical para el activismo artístico durante los setenta y que tiene que ver con la subversión de los mecanismos socioculturales de construcción de la identidad. Fotografía, vídeo, performance, instalación e intervención en el espacio público son los medios que emplea esta artista nacida en la antigua Yugoslavia (1949) para reflexionar sobre la naturaleza y el origen de los estereotipos de la feminidad, las relaciones entre el género y el poder, el abuso y violencia ejercida contra los sectores más desfavorecidos y la amnesia colectiva sobre la era socialista en los países de la antigua órbita soviética.
SANJA IVEKOVIC
'Alerta General. Obras, 1974-2007'
Fundación Tàpies
Aragó, 255. Barcelona
Hasta el 22 de julio
Doble vida (1975) se compone de una serie de 66 pares de fotografías donde la artista alterna, según la similitud del aspecto y las situaciones, imágenes de su álbum familiar con otras de mujeres de revistas consideradas "femeninas". Ivekovic pone en evidencia cómo la mujer se acomoda a ciertos moldes sociales y los convierte en elementos identitarios. Una crítica parecida sugiere en Tragedia de una Venus, compuesta por fotografías que ponen en paralelo algunos aspectos de la vida pública de Marilyn Monroe y de la propia artista.
Los anuncios de televisión y
las noticias de la prensa diaria también forman parte del vocabulario de Sanja Ivekovic, siempre apuntando a la recuperación de la memoria colectiva. El vídeo Cortes personales (1982) la muestra con la cara cubierta por una media negra que ella misma, con unas tijeras, va rompiendo. A cada corte le sigue una secuencia de un documental histórico de su país. El trabajo acaba cuando la artista descubre su rostro totalmente. Gen XX es una obra publicada hace diez años en diversas revistas croatas nacidas del escenario independiente y alternativo que encabezó la crítica sobre la política nacionalista. Se trata de una serie de intervenciones textuales sobre fotos de anuncios de revistas; las mujeres que aparecen son modelos muy conocidas para el público de su país y sus imágenes van acompañadas de datos biográficos que corresponden a personas que fueron oficialmente proclamadas "heroínas nacionales" en memoria de su lucha antifascista durante la guerra y que las generaciones que crecieron durante el periodo posterior conocían bien, como la madre de la artista, Nera Safaric, una superviviente de los campos de exterminio de Auschwitz. Ivekovik denuncia cómo los jóvenes de la sociedad actual han olvidado o, en el peor de los casos, nunca han conocido a estas heroínas.
Triángulo (1979), una de sus performances más importantes, donde critica el oscurantismo y la burocratización del totalitarismo comunista, se desarrolla durante la visita a Zagreb de Tito. Desobedeciendo las reglas oficiales que prohibían la presencia de personas en los balcones de los edificios durante el desfile del mariscal, la artista salió al balcón y simuló un acto masturbatorio, asumiendo que a pesar de no ser vista desde la calle, la vigilancia situada en los tejados detectaría su presencia, como así ocurrió.
De un modo similar, la fotografía manipulada de Nuevo Zagreb. Gente detrás de las ventanas (1979) muestra el coche del mandatario durante su visita oficial con un edificio modernista de ventanas coloreadas de fondo. Detrás de esas ventanas había personas escondidas. El gesto de la artista revela cómo las ideas de progreso y libertad chocan con la diseminación del poder en muchos niveles.
La instalación Casa de acogida para mujeres (1998), una de las piezas centrales del recorrido, es un proyecto global que Ivekovik realiza a partir de talleres con mujeres refugiadas de diferentes capitales del mundo; se compone de un conjunto de máscaras de yeso (creadas a partir del rostro de personas maltratadas), sobre peanas, textos y un vídeo. Cada vaciado va acompañado de una leyenda con los datos de la víctima y su situación después de su crisis personal. En la sala, estetizadas, celebradas, son máscaras, simplemente. Personas.
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