La supeficie urbanizada en Málaga se ha multiplicado por siete en los últimos 50 años

El suelo ocupado por edificaciones e infraestructuras en la provincia de Málaga suma ya 36.287 hectáreas, siete veces más de las que presentaba en 1956. Los datos, que dan idea del tremendo proceso de expansión urbanística en estos 50 años, en los que la población de la provincia se ha multiplicado por dos, están contenidos en un estudio de la Consejería de Medio Ambiente que según el director general de Medio Natural, José Guirado, permite "un cambio de óptica" sobre sus efectos porque al mismo tiempo ha aumentado la superficie forestal en un 19,74%.

"Para que no haya ninguna duda, desde el punto de vista forestal no podemos afirmar que cualquier tiempo pasado fue mejor", afirmó ayer Guirado. Y es que el estudio constata que esta gran expansión urbanística -el aumento de la superficie urbanizada es del 665%-se ha producido como "una mancha de aceite" en el entorno de los núcleos urbanos del litoral a costa de lo que fueron zonas agrícolas de cultivo y pastos, suelos "más favorables" según Guirado.

El monte se ha preservado y el espacio forestal ha quedado al margen de esta transformación de usos del suelo, puesto que la superficie de bosques ha pasado de 142.998 hectáreas a 171.225, aunque según Guirado "es cierto que cada vez cuesta más seguir protegiéndolo". El director general reconoció que el poco espacio libre que queda en el litoral ya no es agrícola, sino forestal, "y así tiene que seguir mientras la normativa nos de la oportunidad de mantenerlo".

Más perjudicial para las zonas forestales que la urbanización han sido la construcción de embalses y pantanos. Las superficies de agua en Málaga suman 2.618 hectáreas, un 465% más que 50 años atrás.

Las fotografías aéreas de hace 50 años y las actuales muestran el contraste, de forma muy llamativa en algunos casos como el de Benalmádena, pero también permite comprobar que la superficie de bosques es también mayor en el otro municipio que más ha aumentado su población, Alhaurín de la Torre.

La provincia de Málaga tiene además otra amenaza, la desertificación localizada en la zona oriental. El 13% del suelo de la provincia está ya desertificado, aunque las dos terceras partes de la superficie provincial está alejada o muy alejada de esta amenaza.

Según el estudio, el 40% del suelo de Andalucía ha sufrido algún cambio de uso en los últimos 50 años, aunque "la distribución general final del territorio ha cambiado poco". Las áreas naturales y seminaturales han menguado un 2,3% y suman ahora 4,4 millones de hectáreas, el 53% de la superficie total de la comunidad autónoma, aunque según Guirado, las que en sentido estricto corresponden a bosque han aumentado en 390.000 hectáreas. Según el director general hubo un retroceso hasta la década de los ochenta, pero a partir de entonces hubo una recuperación gracias a la reforestación natural y a la realizada desde las administraciones públicas.

En los últimos 50 años, la población andaluza ha crecido un 40%, de 5,6 millones a 7,8 y las superficies edificadas y de infraestructuras lo han hecho en un 286,2%. En 1956 había urbanizadas 49.891 hectáreas y ahora son 192.720.

El suelo agrícola ha menguado en 14.556 hectáreas, para un total en la actualidad de 3,8 millones.

El mayor incremento, 402% corresponde a las superficies de almacenamiento de agua, que suman ya 37.963 hectáreas.