La versatilidad del fiscal general
El domingo 10 de junio de 2007 leí en el diario de su digna dirección que "Leguina puso en duda la competencia del fiscal general en el proceso de ilegalización de la mitad de las listas de ANV". Entiendo y disculpo al profesional que firma la noticia, porque, al haberse celebrado el Comité Federal del PSOE a puerta cerrada (la información publicada se refiere a mi intervención en él), el periodista se ha visto forzado a usar fuentes indirectas. Mas, sea como sea, me interesa mucho aclarar un par de cosas al respecto:
1. No puse -ni pongo- en duda la competencia profesional del señor Conde-Pumpido y no me referí a ella en ningún momento de mi intervención. Es más, me considero incompetente para juzgar la valía profesional de jueces o de fiscales, cuyos actos y decisiones me resultan, a menudo, incomprensibles.
2. A lo que sí me referí fue a la versatilidad de la que ha dado ya sobradas pruebas el señor Conde-Pumpido, y muy especialmente con su paso desde el Tribunal Supremo, donde fue magistrado, a su cargo actual de fiscal general. Versatilidad bien llamativa, pues fue nombrado fiscal general por un Gobierno socialista, habiendo sido él, en su calidad de magistrado, uno de los firmantes de la sentencia (caso Marey) que llevó a la cárcel a José Barrionuevo y a Rafael Vera. Una sentencia que condenó sin pruebas a estos dos altos cargos socialistas -así lo afirma la "decisión final" (que no "admisión a trámite") del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (requête nº 74181/01)-. Por eso hice una pregunta retórica ante el citado Comité Federal que ahora repito ante nuestros lectores: "¿Qué vamos a hacer con este fiscal general cuando, dentro de poco tiempo, la condena del Tribunal Europeo sea firme?".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.