La Generalitat adquiere el archivo de Puig i Cadafalch

La Generalitat de Cataluña aprovó ayer la adquisición del archivo personal del político y arquitecto modernista Josep Puig i Cadafalch (Mataró, 1867 - Barcelona, 1956) por 1.442.000 euros. El archivo está compuesto por algo más de 400 cajas, que incluyen mayoritariamente documentos personales, aunque también abundante material relacionado con su actividad profesional y política al frente de la Mancomunidad Catalana.

Puig i Cadafalch escondió las cajas tras el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923 para evitar represalias si alguien daba con los papeles que éstas contenían. El pasado mes de julio, más de 80 años más tarde, la familia del segundo presidente de la Mancomunidad Catalana encontró el fondo documental tras una pared falsa en la buhardilla de su casa barcelonesa, en el número 231 de la calle de Provença, y lo cedió al Archivo Nacional de Cataluña (ANC). A partir de ahora, toda esta documentación pasa a formar parte del patrimonio de la Generalitat y estará a disposición de los investigadores en el ANC.

El abundante y hasta ahora desconocido archivo del político y arquitecto catalán consta de 422 cajas que incluyen, además de documentos personales, papeles relacionados con su actividad profesional (219 cajas, 28 carpetas de gran formato y 386 rollos de papel) y política. Entre estos legajos, se han encontrado algunos documentos pertenecientes a Enric Prat de la Riba, del que fue colaborador y al que sucedió al frente de la Mancomunidad Catalana en 1917. También, papeles relativos al proyecto de Estatuto de 1919 e, incluso, material relacionado con las excavaciones de Empúries, un proyecto que impulsó a través del Institut d'Estudis Catalans, del que fue cofundador y presidente durante muchos años.

Miles de bocetos y cartas

Además de por su vertiente política, Puig i Cadafalch es recordado por su carrera como arquitecto. Proyectó obras tan sobresalientes y admiradas hoy como la casa Martí (Els quatre gats) o la Casa Amatller, en Barcelona. En su archivo se encontraron el mes de julio pasado cerca de 10.000 dibujos. Entre ellos, destacan aquellos vinculados a sus proyectos arquitectónicos, como los bocetos que realizó de la Casa de les Punxes, que construyó en Barcelona en 1905 para la familia Terradas; los de la escalinata y el interior del Palau Nacional de Catalunya, en Montjuïc, o un diseño de la plaza de Catalunya que no llegó a realizar.

Su epistolario esconde tesoros no menos interesantes. Puig i Cadafalch mantenía correspondencia con intelectuales de la época y entre sus viejos papeles se han descubierto cartas de Miguel de Unamuno y Pompeu Fabra, entre otros. El archivo se completa con documentos familiares y patrimoniales y con una veintena de cajas llenas de objetos de papelería, máquinas de fotos y piezas de su mobiliario.