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Un juez estima apto para trabajar en una obra a un minusválido

El discapacitado, en tratamiento psiquiátrico y cojo, lleva una semana en huelga de hambre

El coruñés de 57 años de edad José P.C. asegura que lleva a cabo una huelga de hambre desde el pasado martes en protesta porque la Justicia le ha denegado la invalidez total tras un accidente laboral que sufrió en 1996 y que le ha dejado secuelas físicas, además de estar a tratamiento psiquiátrico por un trastorno ansioso-depresivo.

Los análisis de la Xunta le reconocieron un grado de invalidez física del 66%, que le provoca que camine con dificultad ayudado por un bastón después de que se fracturase la pelvis en un accidente laboral hace una década. Además, José P. C., que sólo percibe una pensión de 300 euros, sigue un tratamiento psiquiátrico, pero la sentencia considera que sus lesiones son compatibles con su trabajo de encargado de obra.

En declaraciones a Europa Press Televisión, José P. C. aseguró que su huelga no es "un chantaje a la justicia", sino una protesta "por algo que es injusto". "Soy consciente de lo que estoy haciendo y estoy contento, cuando no lo estaba antes", dijo tras una semana de huelga de hambre.

Por ello, el abogado que lleva su caso presentó el viernes en el juzgado de guardia de A Coruña un escrito en el que alertó de la posibilidad de que este hombre esté en peligro para que se tomen medidas. En los últimos diez años, José P. C. presentó hasta cuatro veces la solicitud de revisión de su invalidez, pero otras tantas le fue denegada. Con fecha de 9 de mayo de 2007, el Juzgado de lo Social número 3 de A Coruña dictó la última sentencia, denegándole, una vez más, la invalidez total.

El juez reconoce que su estado ha empeorado pero "no en grado suficiente como para agravar el grado de invalidez", así que José P. C. "continúa pudiendo realizar las fundamentales tareas de su profesión". "Ese señor se cree que ser encargado de obra es estar sentado", afirma José P. C. en referencia al juez.

Frente a la sentencia, un informe de diciembre del Hospital Juan Canalejo afirma que, "ante el empeoramiento físico y psicológico que presenta", José P. C. está "incapacitado" para trabajos que requieran el mínimo esfuerzo, y califica su enfermedad de "crónica, degenerativa y sin posible tratamiento, salvo paliativo".

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