_
_
_
_
_

Especialistas en crimen organizado reforzarán el dispositivo contraincendios

Dos mil guardias civiles y policías patrullarán este verano los montes gallegos

El 70% de los incendios forestales son intencionados. Es una media calculada por las brigadas que tratan de averiguar las causas del fuego que devasta cada año miles de hectáreas. Con el recuerdo de la ola de fuego del pasado verano, el Gobierno central y la Xunta han decidido reforzar la investigación en el despliegue sin precedentes que en los próximos días se repartirá por el territorio gallego. Ocho investigadores de la unidad policial contra el crimen organizado y un inspector de la comisaría general de Madrid especializado en la investigación de los incendios han sido destinados a Galicia.

El Ministerio del Interior incrementó además el número de agentes que se dedicarán a la lucha contra incendios, con 1.500 guardias civiles y medio millar de policías nacionales, una quinta parte de la plantilla destinada en la comunidad autónoma. Las fuerzas armadas también participan en el dispositivo que se pone en marcha con el objetivo de evitar que se repita la pesadilla de 2006, cuando las llamas arrasaron en tan sólo 12 días más de 77.000 hectáreas de monte gallego.

El subsecretario del Ministerio de Interior, Justo Zambrana, y el conselleiro de la Presidencia, José Luis Méndez Romeu, encabezarán hoy en Santiago el acto en el que se constituirá el comité de prevención de incendios forestales en Galicia, un órgano integrado por altos cargos del Estado y de la Xunta que se encargará de organizar la lucha contra el fuego y todos los dispositivos materiales y humanos. El comité lo presidirán Méndez Romeu por parte gallega y el director general de Protección Civil, Francisco Javier Velázquez, por parte de la Administración central.

La movilización de efectivos y medios es mayor que nunca. La catastrófica ola de incendios de 2006 llevó a los ministerios del Interior y de Defensa a planificar el despliegue en Galicia de un número especialmente importante de agentes y soldados, sin esperar a que se produzca una situación de alerta máxima como ocurrió hace diez meses. Y en esa apuesta por potenciar tanto la prevención como la lucha contra el fuego, se ha decidido dedicar especial atención a la labor investigadora. Pese al convencimiento generalizado que transmitieron los responsables políticos de que los incendios de agosto de 2006 respondieron en buena parte a una trama organizada, nadie ha sido aún capaz de probarlo. La autoría de un incendio forestal sigue, en la mayor parte de los casos, sin determinarse nunca, pese a que se sabe con certeza que es provocado. Ocurre siete de cada diez veces que se quema el monte, según los expertos en investigar las causas del fuego.

En aquellas dos semanas del año pasado en las que se llegaron a declarar más de 200 focos de fuego en un mismo día, el Gobierno central ya había enviado a Galicia a miembros de la unidad contra el crimen organizado, un refuerzo extraordinario que permitió aumentar las detenciones de posibles incendiarios. Pero esta vez los investigadores adiestrados en desarticular mafias o grupos organizados forman parte, con carácter permanente durante los periodos de mayor riesgo de incendios como es este verano, del dispositivo de efectivos que patrullarán en los montes gallegos.

Guardias civiles y policías nacionales constituyen el núcleo principal de ese operativo: durante este verano dos millares de agentes de ambos cuerpos de seguridad se repartirán en las tareas de prevención y lucha contra el fuego, junto a las más de 6.000 personas que conforman las brigadas de extinción organizadas por la Consellería del Medio Rural.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En la estrategia contra el fuego diseñada para este año, las fuerzas armadas también tienen un papel destacado. La participación de los ejércitos del aire y de tierra así como de la Armada será gradual y aumentará en función de las circunstancias. Cuantos más incendios, más soldados, según los tres niveles de intervención establecidos por Defensa con la Xunta. Como mínimo, en situaciones consideradas normales, como es el caso en estos momentos, 70 efectivos del Ejército, apoyados por dos helicópteros, recorrerán en vehículos los montes gallegos con el fin de vigilar y disuadir, con su presencia, posibles incendiarios. En caso de repetirse una situación de alerta máxima como en agosto de 2006, el despliegue militar aumentará a 75 patrullas (225 soldados) y seis helicópteros, dos de los cuales se ocuparán de las tareas de evacuación sanitaria.

Además, un tercio de los 150 integrantes de la nueva Unidad de Emergencia Militar (UME) que tiene su base en León pasarán el verano en Galicia con el fin de reforzar las tareas de lucha y extinción del fuego y garantizar una respuesta rápida cuando se declara un foco. Reducir al mínimo posible los tiempos de intervención es una de las prioridades del operativo diseñado por las administraciones públicas para este año.

Guardias civiles ayudan a extinguir un incendio el pasado agosto en la urbanización de Aldeanova, cerca de Santiago.
Guardias civiles ayudan a extinguir un incendio el pasado agosto en la urbanización de Aldeanova, cerca de Santiago.ANXO IGLESIAS

195 zonas de alto riesgo

El tiempo, con temperaturas suaves, ayuda de momento a un arranque sin sobresaltos de la campaña contra los incendios que se abre esta semana. En Galicia se han señalado la existencia de 195 zonas de alto riesgo, de acuerdo con el Plan de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales de Galicia (Pladiga) en el que la Consellería del Medio Rural da atención preferente a las acciones preventivas. Desarrolló, de hecho, un sistema para intentar determinar el riesgo real de incendios con diez días de antelación.

En la estrategia de prevención de incendios participa también el Ministerio de Justicia, a través de la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo del Tribunal Superior de Galicia. Ya abrió una investigación penal al amparo de la cual requirió a las administraciones públicas y empresas privadas todo tipo de datos sobre las medidas adoptadas para controlar actividades o infraestructuras susceptibles de provocar incendios. Se trata de vertederos ilegales de basura como los que abundan en Galicia, tendidos eléctricos de alta tensión, bordes de carretera y sobre todo de autopistas que deberían estar limpios de maleza o barbacoas al aire libre en parques o espacios públicos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_