Prohibido fallar
Ya no va más. O casi. La ruleta de la competición girará esta noche por penúltima vez. Pero es posible que para algunos equipos se trate en realidad del último brindis a la fortuna. Todo puede quedar resuelto. O casi. Para bien o para mal. Fallar, por supuesto, está prohibido.
La diferencia sustancial es que unos dependen de sí mismos y otros no. El Real Madrid, discutidísimo a lo largo del curso, es tan consciente de que el triunfo sobre el Zaragoza, en La Romareda, le servirá el título poco menos que en bandeja como el Sevilla lo es de que esperar que los madridistas y los barcelonistas pinchen a la vez es demasiado esperar, por lo que su presión es menor: no hay que olvidar que su temporada ha sido sobresaliente en otros frentes y su ego está más que satisfecho. Mientras tanto, el Barça quizá no entienda todavía cómo no lo dejó todo visto para sentencia a su debido tiempo.
En la zona opuesta de la clasificación, la Real Sociedad y el Celta viven la mayor angustia. No sólo deben sumar sus tres puntos, sino implorar carambolas ajenas que les beneficien.
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