_
_
_
_
_

La presión vecinal fuerza al PP de Jaén a anular la estación eléctrica

Una plataforma alertaba del riesgo por la proximidad de colegios

Ginés Donaire

El gobierno del PP en el Ayuntamiento de Jaén ha cedido finalmente a la presión política y ciudadana y ha anulado la licencia otorgada a Endesa para la instalación de una subestación eléctrica en el centro de la capital con el fin de abastecer al futuro centro comercial de El Corte Inglés. Los miembros de la plataforma vecinal contra esa subestación, que se concentraron en el pleno de ayer con pancartas, habían alertado del riesgo de esta instalación subterránea por su proximidad a varios centros educativos donde estudian 6.000 escolares.

La polémica por la instalación de la subestación eléctrica se instaló de modo intenso en la recta final de la campaña electoral. PSOE e IU pidieron al gobierno del PP la convocatoria de un pleno urgente para debatir un tema que, según dijeron, se había aprobado vía decreto del alcalde y sin el más mínimo debate político. El equipo que dirige el popular Miguel Sánchez de Alcázar reaccionó en la campaña electoral con la distribución de unos panfletos donde se trasladaba toda la responsabilidad a la Junta de Andalucía por ser quien, en última instancia, aprobó el proyecto.

El PP dio largas a la celebración del pleno solicitado por la oposición hasta ayer, cuando, una vez conocido que abandonará el gobierno municipal el próximo 16 de junio, ha dado marcha atrás en sus pretensiones. El PP pidió inicialmente que el tema quedara sobre la mesa para que lo retome la próxima Corporación, pero la negativa de PSOE e IU hizo que el asunto se debatiera y, finalmente, prosperó (con la abstención del PP) la iniciativa de los dos grupos de la oposición para anular la licencia y frenar el proyecto de la subestación junto al futuro centro de El Corte Inglés.

No obstante, el alcalde jiennense evidenció que la cesión de su grupo se hizo a regañadientes. "Yo no soy científico, pero también puedo decir que también producen radiaciones ultravioletas los caracoles", dijo Sánchez de Alcázar, tras censurar a la oposición por "alterar a la población" y recordar que instalaciones de este tipo las hay en los centros urbanos de Córdoba, Sevilla, Madrid o Barcelona. "El pánico es muy fácil extenderlo y muy difícil rectificarlo", agregó el alcalde tras resaltar que la postura de su grupo de anular la licencia era un "gesto" ante el resto de grupos políticos y ciudadanos.

El portavoz de la plataforma vecinal contra la subestación, Miguel Medina, recordó que la Organización Mundial de la Salud establece que este tipo de instalaciones deben estar al menos a 2.000 metros de un centro escolar. El edil socialista Manuel Martínez Plaza indicó que fue el Ayuntamiento el que decidió la ubicación, calificó de "oscura" la tramitación realizada por el PP, y añadió que un proyecto de este tipo "tiene riesgos de incendio y de explosión", pues en los últimos meses se han registrado incidencias en cuatro subestaciones del país. Tanto PSOE como IU plantearon como alternativa tender una nueva línea eléctrica desde la subestación de El Calvario, en las afueras de la capital, aunque resulte más costosa. El edil de IU José Luis Cano dijo que el interés público es incompatible con el interés de un centro comercial y reclamó del alcalde un gesto de rectificación para no comprometer a la próxima Corporación.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_