El PSOE y Coalición Canaria restablecen el diálogo y deciden seguir negociando
Los nacionalistas empiezan a ver un "clima de confianza" para pactar un Gobierno
Los portavoces de las comisiones negociadoras del Partido Socialista Canario (PSC) y Coalición Canaria (CC) reunidas ayer por primera vez en Las Palmas se mostraron convencidos, al término de las tres horas de diálogo, de que ambas fuerzas han restablecido la confianza mutua. No obstante, matizaron que están sólo en el inicio de las conversaciones para comprobar si es viable un Gobierno de coalición. Fuentes socialistas estiman que aún no ha desaparecido el riesgo de que los nacionalistas canarios y el PP pacten para arrebatar el Gobierno autónomo al PSOE.
A la vista del desarrollo de la primera reunión, de tres horas de duración, entre ambos partidos después de las elecciones, algunas de las coincidencias les ha llevado a considerar viable un Ejecutivo respaldado por los 26 parlamentarios socialistas y los 19 nacionalistas. En las conversaciones abordaron tres asuntos, según los dos portavoces: la reforma del Estatuto de Autonomía, en tramitación en el Congreso; las cuestiones de política social y sobre turismos, en las que tienen posiciones cercanas, y los asuntos relacionados con inmigración, financiación autonómica, sanidad, estatus y defensa del Régimen Económico y Fiscal canario, demografía y defensa de Canarias en el marco de la UE.
"Podemos concluir que se empieza a generar un clima de confianza, no completamente realizado", que indica que "se ha abierto una puerta al diálogo para avanzar y ver posibilidades", resumió el secretario de Organización de CC, José Miguel Barragán. El vicesecretario de Organización socialista, Francisco Hernández Spínola, fue más escueto y calificó la reunión de "positiva".
"Los pies en la tierra"
Este portavoz reconoció que en esta primera fase de tanteo los socialistas tienen "los pies en la tierra" ante la posibilidad de que nacionalistas y populares tengan ya cerrado un compromiso para los próximos cuatro años y estas reuniones no sean más que la escenificación con la que, posteriormente, justificar desacuerdos insalvables. El líder nacionalista Paulino Rivero negó tajantemente que exista este acuerdo con el PP.
La reunión de ayer fue un punto de inflexión. Socialistas y nacionalistas parecían enemigos irreconciliables en Canarias, especialmente después de que, tras firmar un pacto de Gobierno en 1991, el vicepresidente nacionalista Manuel Hermoso liderara una moción de censura contra su propio presidente, Jerónimo Saavedra, en 1993. Desde entonces, los nacionalistas han gobernado, bien en minoría, o bien con apoyo del PP, durante los últimos 14 años.
Tras expulsar al PP del Gobierno de Canarias, a mitad de la pasada legislatura, los nacionalistas gobernaron en minoría con 23 diputados -de los que tres se declararon en rebeldía-, gracias al apoyo prestado por los 17 diputados socialistas. El acuerdo funcionó a la perfección hasta las últimas semanas de la pasada legislatura autonómica, cuando Coalición Canaria y PP volvieron a entenderse para aprobar la construcción de más de 5.000 plazas turísticas. Además, lanzaron acusaciones contra los socialistas en las conclusiones de la comisión eólica, que trataba de aclarar las responsabilidades del PP en una presunta trama de corrupción urdida desde la Consejería de Industria, cuando la dirigía Luis Soria, hermano del presidente del PP en las islas, José Manuel Soria.
Reforma estatutaria
Durante estos dos años de entendimiento, nacionalistas y socialistas aprobaron, con la oposición del PP, una reforma del Estatuto de Autonomía, que fue remitido al Congreso.
Pese al éxito electoral del 27-M, en el que el PSOE se convirtió en la fuerza más votada, su candidato a presidente autonómico, Juan Fernando López Aguilar, necesita un socio de Gobierno, y ha tendido el primer puente a los nacionalistas. Paulino Rivero aceptó la invitación el pasado lunes. Rechazó la posibilidad de apoyar un Gobierno socialista en minoría, pero acordó la creación de una comisión negociadora. Sus integrantes se reunieron ayer por primera vez.
La cercanía de las elecciones generales -en las que CC se enfrenta al riesgo de quedar sin grupo en el Congreso-, la política del Gobierno central sobre sanidad, inmigración y fiscalidad y el nombramiento de Antonio Castro y Tomás Padrón como integrantes de la comisión negociadora nacionalista son factores, según los socialistas, que favorecen la posibilidad de un acuerdo.
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