Reyal toma nota del fiasco de Realia y suspende la ampliación de capital

Cada inmobiliaria afronta a su manera el difícil momento del sector. La frialdad con la que fue recibida su salida a Bolsa obligó a Realia a reducir el precio por acción hasta los 6,5 euros. Esta rebaja ha permitido que sus títulos resistieran ayer el bajón generalizado y subieran un 0,92% (6,56 euros). Ante este panorama, Reyal Urbis se ha pensado mejor la ampliación de capital que tenía prevista. Ahora dice que no se dan las circunstancias de mercado adecuadas.

La caída en Bolsa de ayer afectó especialmente a las constructoras e inmobiliarias. En su día de estreno en el parqué, Realia resistió el tipo a costa de haber reducido previamente su precio de salida. De una banda indicativa que situaba el precio por acción entre 7,9 y 9,7 euros se pasó a 6,5. Es decir, la valoración de la inmobiliaria de FCC y Caja Madrid se reducía antes de poner el pie en Bolsa más del 25%, quedándose en 1.800 millones.

"Hacía mucho tiempo que no se veía una reducción tan significativa antes de lanzar una OPV. Los gestores de Realia han percibido un momento negativo y han preferido rebajar la valoración para darle a la acción un mayor recorrido futuro", opina Pablo Mañueco, de Analistas Financieros.

Tras observar el panorama, las recientemente fusionadas Reyal y Urbis creen que es mejor retractarse una vez que arrepentirse unas cuantas. Y por eso, la inmobiliaria anunció ayer que no seguirá con la ampliación de capital de hasta 800 millones de euros con la que pretendía reducir su endeudamiento y financiar nuevas adquisiciones.

"En estos momentos, el mercado no discrimina de manera adecuada entre los diferentes segmentos, modelos de negocio y las empresas que configuran el sector", asegura en un comunicado la empresa que preside Rafael Santamaría. Por eso, añade Reyal, "no sería conveniente para los intereres de los accionistas llevar a cabo una ampliación de capital en esas circunstancias".

Y esta opinión la comparten diversos analistas, que creen que no es lógico meter a las constructoras en el mismo saco que a las inmobiliarias. Sacyr, con una caída del 5,3%, fue de las más castigadas; mientras que FCC, que controla Realia, cedió un 4,1%. "El pánico vendedor no tiene ningún fundamento en grupos que en los últimos años han diversificado su actividad. Y si lo hicieron fue precisamente porque sabían que la construcción de vivienda podría resentirse", dice Mañueco.

La situación de las inmobiliarias ya es más complicada. Fernando Hernández, de Inversis Banco, cree que ahora reina la incertidumbre sobre cuál es la valoración adecuada de estas empresas. "Después de una época en la que su cotización multiplicaba por tres o por cuatro el valor neto contable, ahora no sabemos si su valoración ha de estar por encima o por debajo de este valor", asegura.

Por cierto, el día siguiente a que Astroc anunciara un plan de renovación que pasa por el cambio de nombre y por la fusión con la promotora de Rayet y con Landscape, la inmobiliaria valenciana retrocedió un 6,5%.