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Entrevista:Javier Riera Nieves | Vicepresidente de la Fundación Sociedade do Coñecemento

"Mi papel es poner en marcha una Galicia más respetada"

Javier Riera Nieves (Vigo, 1944) es el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento (FGSC). Se trata de un nuevo organismo que persigue sacar a la economía gallega del pasado y orientarla hacia el futuro. Para ello, la citada fundación ha escogido a tres de los más expertos ejecutivos gallegos: Honorato López Isla (consejero delegado de Unión Fenosa), Manuel Jove (ex presidente de Fadesa) y Javier Riera.

El ex director de PSA Peugeot Citroën en Vigo asegura en esta entrevista que su papel "es poner en marcha una máquina empresarial, una Galicia del futuro más respetada". La Fundación Sociedade do Coñecemento está participada por las mayores empresas gallegas, por la Xunta (el titular de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, preside la FGSC) y las tres universidades gallegas.

"No tengo nostalgia de Citroën. He pasado de trabajar al 100% a dedicar el 100% a la Fundación"
"Nadie nos va a traer iniciativas a Galicia; al contrario, intentarán robárnoslas en otras autonomías"
"Claro que creo que podemos atraer inversión internacional a Galicia; si no, no me metería en esta aventura"

Pregunta. ¿Qué Galicia se está diseñando desde esta fundación?

Respuesta. La Galicia del futuro, con un contexto geográfico de eurorregión y partiendo de una diversidad sectorial muy fuerte. Mi papel es poner en marcha una máquina para hacer una Galicia más respetada, atractiva, competitiva y de mayoría social. Para dejar a nuestros hijos algo decente.

P. ¿Y es posible atraer inversión internacional para crear nuevas industrias?

R. Si no creyese en eso, no me metería en una aventura como ésta. Porque una cosa es apoyar lo que hay, la industria gallega actual, que está bien, y otra muy diferente es alcanzar el atractivo suficiente para que se instale alguien de fuera.

P. ¿Y cómo se atrae inversión extranjera a Galicia si, hasta ahora, no venía?

R. Con las ventajas competitivas que podemos ofrecer, en costes, en ayudas, pero sobre todo, ofertando un entorno socioeconómico interesante.

P. Usted atrajo mucha inversión extranjera al sector del automóvil, pero les ofrecía contratos de producción con Citroën. ¿Qué tiene ahora para ofrecer?

R. Es que no fue así. Al sector de la automoción vino la crema que nos faltaba: fabricantes de ejes, de climatizaciones,... ¡pero cuando se instalaron en Vigo la competencia del este de Europa y de Turquía ya era feroz! El que vino aquí vino porque vio unas condiciones de entorno, de sector, de salidas por mar... de atractivos para su inversión. De hecho, Benteler o Denso no dedican en Galicia más de un tercio de su producción a Citroën. Confío en que ese clima y ese contexto siga así.

P. Entonces, ¿tiene la receta?

R. ¡No! Nunca hay recetario para estas cosas. Lo que estoy haciendo es intentarlo todo, hablar con todo el que quiera colaborar, ver, estudiar y trabajar. Las recetas y las iniciativas para cada caso tienen que salir de aquí. Nadie nos va a traer una iniciativa, al contrario, tratarán de robárnoslas en Chequia o en otras autonomías.

P. Pero, ¿cuál es su punto de partida?

R. Hay una cuestión muy importante que es la de crear una buena imagen de Galicia y ponerla en el mercado. Para eso hay que ver y saber dónde estás.

P. ¿Por qué un prejubilado de Citroën se ha metido en este lío, en vez de irse de pesca? ¿Es usted del PSOE o del BNG y quería ayudar a la nueva Xunta?

R. Nunca fui de nadie, lo que pasa es que hay gente que me permite hacer las cosas más fácilmente que otros. Quien trabaja conmigo sabe que no soy un tipo cómodo, porque yo creo que hay que ser un poco rebelde. He trabajado para el Partido Popular, cuando estaba don Manuel, quien me encargó informes importantes; para el Bloque... y para todo el mundo. Ahora he empezado a trabajar con el equipo de Christian Blanc. Por cierto, lo que yo hago, el que un señor de 62 años siga en la brecha, aportando su asesoría, su tutoría o su investigación, es algo habitual en otros países. No tiene sentido tirar a la basura a personas aprovechables.

P. ¿Pero, personalmente, usted por qué se metió como ejecutivo de esta FGSC?

R. Porque creo que tengo la obligación moral de devolver a la sociedad lo que he aprendido de ella. ¡Je!, además, no me veo en casa como El viejo y el mar. Me he dejado liar porque he querido y porque creo que puedo ayudar.

P. ¿Por qué se fue de Citroën?

R. Porque la vida tiene etapas y 37 años no están mal. Considero que allí hice lo que tenía que hacer y llegó mi momento. Si, en agosto de 2006, preparé los deberes es porque sabía que había tocado el fin de etapa. Yo para estos temas soy una persona muy fría.

P. ¿Cambió su vida?

R. No he dejado de dormir una sola hora. No tengo nostalgia. He pasado de trabajar al 100% a trabajar al 100%, así de sencillo. Además, en mi etapa anterior ya dedicaba mucho tiempo a lo que estoy haciendo ahora.

P. ¿La Fundación para a Sociedade do Coñecemento es un nuevo chiringuito?

R. Hay quien piensa así y creo que es un desprecio a Galicia. Cualquier región europea que no disponga de una herramienta como la FGSC está fastidiada. Negar esta estrategia sólo es cosa de un merluzo.

P. ¿La fundación está dirigida por la Xunta?

R. La FGSC es privada. La Administración está dejando hacer. La Fundación es la expresión de la triple hélice y la preside, como es lógico, el presidente de la Xunta. Pero un clúster es cosa de personas, no puede crearlo la Administración porque, si no, no vale para nada. El desarrollo económico debe nacer de la empresa y de los grandes líderes empresariales. En eso estamos trabajando y quien crea que nos reunimos a tomar café en un chiringuito es que está en otra onda. Aquí hay gente muy buena y se habla clarito porque es el único método para trabajar en serio.

P. Exactamente, ¿cuál es su papel como vicepresidente ejecutivo de la FGSC?

R. Mi papel está en poner en marcha una máquina nueva, con la dificultad de que hay que hacerla y arrancarla.

P. ¿Qué va a poner en marcha en el sector eólico?

R. ¡No tengo ni idea!

P. ¿En serio?

R. Bueno, pero voy a estudiarlo a fondo. Tampoco es malo partir en un asunto sin condicionantes previos. El sector de las energías renovables es algo estratégico y sensible en todo el mundo, no sólo económicamente, si no como sensibilidad social. Lo único que puedo avanzar en el clúster eólico es que lo que me interesa es ver la cadena de valor: los bienes de equipo, el proceso de generación, la tecnología, la explotación y la distribución.

P. Usted, López Isla, Jove, directivos financieros y empresariales han conformado en la fundación una selección de los mejores directivos gallegos. ¿Por qué no está entre ellos José María Castellanos?

R. Porque ahí entraron empresas y las personas que entramos lo hicimos en representación de nuestras empresas. Ahora habrá que cambiar los estatutos para poder aprovechar a personas de referencia que no están aquí. Aún somos un bebé de seis meses y no se nos puede pedir más.

P. ¿En Ferrol se podrán volver a hacer barcos?

R. Aún voy a empezar ahora a ver el Plan Ferrol. Está claro que el astillero de Fene, la antigua Astano, está en una situación anormal. Pero va a ser casi imposible volver a hacer barcos. Se podrá reforzar la actividad de Navantia Ferrol para la industria militar y, en Fene, hay que echarle imaginación. Lo que sé, porque lo conozco más, es que la industria auxiliar naval de Vigo es multifuncional y trabaja para todos los sectores; para la automoción, para defensa, para energéticas... Tal vez en Ferrol sea necesaria una solución de ese tipo. Pero estoy hablando sin saber. Aún no me he metido en el caso Ferrol.

P. ¿Se ha tomado este trabajo como algo provisional?

R. Lo cierto es que hemos empezado muy fuerte porque es necesario, porque está todo por hacer. Ya estamos formando equipos de trabajo y lo lógico sería que, en poco tiempo, pueda ir trasvasando trabajo a los equipos de la Fundación. Poco a poco, mi papel irá a menos.

P. ¿Cómo le están recibiendo en los principales sectores económicos gallegos?

R. La verdad es que hay muy buena disposición en todas las partes de la triple hélice: en la Administración, tanto aquí como en Madrid, en los rectores de las tres universidades y en la mayoría de los sectores y de los líderes industriales. Pero también nos damos cuenta de que hay mucho por hacer.

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