Catorce soldados estadounidenses mueren en varios ataques en Irak
Catorce soldados estadounidenses han muerto en los últimos tres días en distintos ataques perpetrados en Irak, de ellos cuatro en un único atentado ayer, según un comunicado militar norteamericano. Este sangriento inicio de mes se produce después de que en mayo murieran 127 soldados, el tercer peor mes para el Ejército estadounidense desde la invasión del país árabe, en marzo de 2003.
El atentado más sangriento de junio tuvo lugar ayer en el noroeste de Bagdad, cuando una bomba estalló al paso de una patrulla que participaba en una redada y mató a cuatro militares. Dos soldados más murieron ayer -junto a un intérprete iraquí- y cinco resultaron heridos en dos ataques separados, ambos en la ciudad de Bagdad y sus alrededores.
En otra operación militar en el oeste de la capital, el sábado pasado, pereció otro militar, y ocho más quedaron heridos. Previamente, los comunicados militares habían reconocido la muerte de siete soldados en ataques separados.
El Ejército estadounidense sigue sumando bajas pese a la aplicación, hace ya más de tres meses, de un plan de seguridad en la capital, que si bien dio algunos resultados en las primeras semanas, se está mostrando incapaz de contener la violencia contra las fuerzas de ocupación y los propios iraquíes.
