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Reportaje:Las secuelas políticas del 27-M

Xenofobia en la ciudad modelo

Talayuela, medalla de Extremadura a la convivencia en 2004, se enfrenta a la irrupción de un partido que rechaza la inmigración

"¿Sabe que a la máquina de repelar el tabaco la llaman Isabel La Católica?". Edu sonríe y continúa: "La llaman así porque también echa a los moros; ahora, a lo mejor, hay que llamar así a ese partido... Iniciativa Habitable". El joven tabaquero hace un símil con la moderna herramienta para la recogida de las hojas, que ha suprimido empleos ocupados por inmigrantes, para resumir lo que muchos vecinos de Talayuela (Cáceres) piensan del nuevo partido local.

El 28 de mayo, Talayuela, con una población cercana a los 10.000 habitantes, de los que un 35% son inmigrantes, amanecía con unos resultados electorales que a más de uno sorprendieron. El PP obtuvo un 30,7% de votos, por lo que le correspondieron cinco concejales. Los mismos que PSOE (con un 28,3%) e Iniciativa Habitable (IH), que obtuvo el 27,5% de las papeletas. El partido regionalista PREX-CREX, con un 11,70%, obtuvo dos ediles.

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El mapa político cambió de la noche a la mañana. El PSOE debía olvidarse de sus 10 concejales anteriores para repartirlos con el PP e IH. Los resultados levantaron las voces de colectivos como la Asociación de Derechos Humanos (Adhex), Cáceres Acoge o la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Centros Públicos (Freapa-CP), que días antes habían acudido a la Fiscalía del Estado pidiendo que se investigara a IH, por considerar que "mantiene un discurso pleno de prejuicios racistas y xenófobos con una gran dosis de fanatismo", según la presidenta de Adhex, Flor Fondón.

Alrededor de un 35% de los habitantes de Talayuela son inmigrantes, la mayor parte de ellos de Marruecos, a los que se suman de hasta 23 nacionalidades más, como Senegal, Ecuador, Polonia, Rumania, Mauritania o Jordania, destacó Fondón. Todos ellos llegan al amparo de las plantaciones de tabaco, pimientos o espárragos.

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La dirección del PSOE extremeño también alzó la voz ofreciendo al PP todo su apoyo para que gobierne y se evite, así, la posibilidad de que IH ocupe el sillón del consistorio. Una oferta que el PP, por el momento, ha agradecido y aceptado. En la barra del bar, en el locutorio o en las calles de este municipio, que en 2004 recibió la Medalla de Extremadura "Ciudad de la Concordia", el municipio al que se ha llamado la "Torre de Babel" o "ejemplo de convivencia", se habla, para bien y para mal, de la irrupción de IH. Su líder, Jorge Gómez, ha amenazado ya con acudir a los tribunales contra aquellos que los tachen de "xenófobos o racistas".

En el salón de su casa, rodeado de compañeros de partido, Gómez asegura: "Sólo queremos trabajar por Talayuela, sacar al pueblo de la grave crisis a la que la ha arrastrado el PSOE. Sólo decimos lo que otros no se atreven, es necesario regular la inmigración, porque no se puede cargar tanto un barco, si no se hunde". Francisco Rodríguez, otro compañero de filas, recuerda que es hijo de emigrantes, "no puedo ir en contra de los inmigrantes, pero sí de su regulación; deben existir normas para todos". Rodríguez asegura que las tiendas de inmigrantes no reúnen las condiciones sanitarias que se exigen a cualquier ciudadano español.

Cuando empezaron a llegar en los años noventa del siglo pasado -recuerda Jorge Gómez-, aquello era una alegría, se integraban a la perfección, pero ahora ya es un pueblo dentro de otro". Advierte de la ausencia de seguimiento sanitario, "de hecho se han dado dos casos de tuberculosis traída por dos inmigrantes". Por no hablar, dice, de las "actividades nocturnas" que llevan a cabo aquellos que no tienen trabajo. "Y con ello llega la inseguridad".

Francisco Rodríguez abandona el salón donde se reúnen, y vuelve con un niño marroquí. Le pasa la mano por los hombros y le pregunta: "¿A que nos portamos bien contigo? ¿Quién te compra los caramelos? ¿A que mi casa es como si fuera tuya?". El niño sonríe y asiente con la mirada baja.

En el bar de Mohamed, el secretario de la Asociación Annour, Abdellah, asegura que IH "es un engaño, un partido que surge del grupo de vecinos que se manifestó, en 2006, en contra de que se levantara una mezquita". Abdellah añade: "Habrá que preguntar a los agricultores a ver qué opinan de nosotros; trabajamos de la mañana a la noche; nunca hemos recibido ni una sola vivienda social".

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