Saura anuncia que todas las comisarías de los Mossos tendrán cámaras en un año
Los sindicatos exigen la presunción de inocencia para las policías que agredieron a una detenida
Más control. El consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura, anunció ayer que todas las comisarías de los Mossos d'Esquadra tendrán instaladas cámaras de videovigilancia en el plazo de un año. El objetivo es evitar nuevos casos de malos tratos a detenidos y también denuncias falsas contra los policías. Saura recordó que esa práctica está recomendada por la ONU para evitar "alguna zona oscura" en las comisarías y los centros de detención. Solamente los lugares donde se pueda vulnerar la intimidad de los detenidos escaparán a esta vigilancia.
Los sindicatos de la policía autonómica aplaudieron la iniciativa de Saura, siempre que las cámaras sean visibles, no ocultas. "Nuestra obligación es salvaguardar la integridad de los detenidos y será positivo tener las cámaras a la vista", explicó Toni Lara, del Sindicato Mossos d'Esquadra-Comisiones Obreras. "Hace tiempo que venimos reclamando las cámaras, porque son una garantía para todos", añadió Valentín Anadón, del Sindicato Autónomo de la Policía-UGT. Desde CiU, por el contrario, se acusó a Saura de "presumir" por el anuncio y se le pidió "que deje de jugar con estas cosas".
Hace ya casi dos años, el comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa recomendó la instalación de cámaras en todas las comisarías de los Mossos a la vista de las 197 denuncias recibidas entre 2002 y 2004. La entonces consejera de Interior, Montserrat Tura, anunció que así se haría, pero no lo acabó de materializar.
Los sindicatos también coincidieron en minimizar el vídeo grabado el 5 de abril pasado con cámara oculta en la comisaría de Les Corts, en el que dos agentes femeninas agreden a una mujer esposada y semidesnuda. "Dar una bofetada es una mala praxis policial, pero suponemos que la detenida la insultó", afirmó Enric Alsina, del sindicato policial CAT. "Pedimos la presunción de inocencia para las compañeras y que no se hagan juicios paralelos", explicó el representante de UGT. La agresión dura casi cuatro minutos. Primero, una agente propina una bofetada a la detenida sin que ésta realizara un gesto amenazante. Después, la agarra por el cuello y la tira al suelo. Las mismas cámaras grabaron la paliza que cuatro mossos propinaron a otro detenido.
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