La economía de EE UU crece el 0,6%, el ritmo más bajo en cinco años
Estados Unidos revisó ayer a la baja su tasa de crecimiento del primer trimestre a un tímido 0,6% del PIB. Es menos de la mitad de lo anticipado hace un mes, cuando se dijo que la expansión fue del 1,3%, dato que ya bajo si se comparaba con el 2,5% al cierre de 2006. Es el peor rendimiento desde el cuatro trimestre de 2002.
Este estancamiento sigue atribuyéndose al enfriamiento del mercado inmobiliario y al elevado déficit comercial. La inversión residencial cayó el 15,4%, lo que restó un punto al PIB. Las importaciones subieron un 5,7%, frente a una caída del 0,6% en las exportaciones, lo que se comió medio punto del crecimiento.
También restó enteros la caída de los inventarios de las empresas. Los beneficios corporativos subieron un 1% en el trimestre, lo que lleva el incremento anual al 6,4%. La inversión empresarial empieza a tomar cuerpo tras la caída de finales de año y subió un 2,9%, casi un punto más de lo previsto.
El consumo privado, el principal motor de la economía estadounidense, sigue fuerte a pesar los malos augurios lanzados a raíz de la crisis hipotecaria. El gasto personal subió un 4,4%, dos décimas más que en el trimestre precedente. Este indicador, combinado con la inversión empresarial, auguran un repunte del crecimiento en el segundo trimestre al 2% y podría recuperar su potencial (3% del PIB) a finales de año.
A Wall Street parece gustarle cualquier número que evite que la Reserva Federal (Fed) suba los tipos de interés. El banco central sigue usando un tono más bien neutro, aunque le preocupa más la inflación que la debilidad del crecimiento.
El deflactor del PIB se mantuvo en el arranque del año en el entorno del 4%. Los precios vinculados al consumo personal, el indicador preferido de la Fed a la hora de definir su estrategia monetaria, subieron durante el trimestre un 3,3%, o un 2,2% si se descuenta la energía y los alimentos, lo que representa un repunte respecto a finales de 2006.
La Fed tiene los tipos de interés intactos en el 5,25% desde junio de 2006 y no parece que tenga intención de cambiar de estrategia. Su presidente, Ben Bernanke, confiaba en que la desaceleración económica fuera suave y permitiera reducir la presión inflacionista. Pero la moderación de los precios no satisface al banco central, lo que le ata de manos.
El tercer pilar que guía la política monetaria de la Fed es el empleo. Hoy se da a conocer el estado del mercado laboral en mayo, mes para el que se espera un repunte de la contratación desde los 88.000 empleos creados en abril a los 130.000 puestos de trabajo nuevos. La tasa de paro podría quedar estable en el 4,5%. Por otro lado, el año fiscal se cerrará en septiembre con un déficit presupuestario de unos 200.000 millones de dólares, frente a los 244.000 millones calculados previamente, según la Oficina de Presupuestos de la Casa Blanca.
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