Socialistas y PNV creen que será precisa una reunión "al más alto nivel"

En los cuarteles generales del PSE y del PNV cada vez tienen más claro que la situación creada por los resultados electorales del domingo acabará forzando una reunión "al más alto nivel" entre los dirigentes de ambos partidos, según fuentes de las dos formaciones consultadas por EL PAÍS. El PNV, que ya en la misma noche electoral asumió su "regusto amargo" por los datos de las urnas, prefiere guardar silencio y no salirse del guión negociador del "tripartito más Aralar", al menos hasta que su ejecutiva exponga mañana a la Asamblea Nacional sus reflexiones.

Sabedora de que hay en juego demasiado poder institucional, la dirección peneuvista apuntará en esa reunión dos ideas: primero, que el tripartito más Aralar resulta "insuficiente" y en algunos casos, como en Guipúzcoa, existen incluso "discrepancias insalvables" programáticas con EB -la Y férrea, el futuro de la bahía de Pasaia o la incineradora- para asegurar la gobernabilidad de todas las instituciones. Su segunda idea es que en Álava no resultaría nada descabellado mirar al PSE para asegurar la gobernabilidad en ese territorio, según fuentes peneuvistas.

En Guipúzcoa, su hasta ahora socio EA quiere jugar fuerte en la negociación con los socialistas, mientras que en Álava late de fondo la fusión de las cajas, aunque explícitamente no sea materia negociable.

"Tocar poder"

La dirección del PSE defiende que los resultados le dan a su líder, Patxi López, un margen para trabajar "la alternativa al nacionalismo", apuntalando ese trabajo en acuerdos de progreso con EA y EB. Los socialistas se muestran tranquilos y advierten al PNV de que se confunde si piensa que su partido se halla acuciado por "tocar poder" de manera inmediata. El PSE va a intentar "gobiernos de progreso estable y fuertes", dentro de una "negociación razonable".

Fuentes socialistas admiten que el factor interno de división en el seno del PNV se halla encima de la mesa. López y el presidente Rodríguez Zapatero valoran el papel del líder peneuvista, Josu Jon Imaz, en el proceso para el final dialogado de la violencia, lo que no va a pasar desapercibido. Sin emabrgo, ello no va a "hipotecar" el margen de maniobra del PSE en la negociación, según dichas fuentes. El PNV, preocupado por la campaña de la izquierda abertzale contra los "ladrones" de ediles, cree que López es sincero al elogiar ese papel de Imaz. Socialistas y peneuvistas coinciden en que el tripartito es el pasado: el PSE porque es una fórmula derrotada y el PNV, por "insuficiente" para la gobernabilidad.