La irrupción de los 'micropartidos'

La cita electoral del domingo en Cataluña será recordada, además de por la baja participación, por la irrupción en los ayuntamientos de pequeñas formaciones políticas, algunas situadas en los extremos del espectro ideológico. El mapa electoral que deja este 27-M ha otorgado grandes dosis de protagonismo a pequeños partidos que se mueven en los subterráneos de la política catalana, alejados de los focos y de las grandes contiendas electorales que se disputan en las capitales, y cuyo crecimiento amenaza con convertirlos en un incordio para los partidos tradicionales.

A ERC, por ejemplo, le han crecido los enanos por la izquierda. Poco más de 18.500 votos han bastado a las CUP (Candidatures de Unitat Popular) para sumar 20 concejales, superando ampliamente los 4 conseguidos en 2003.

Estas formaciones independentistas y de izquierdas se reconocen herederas de la CUPA (Candidatura Unitària i Popular de Arbúcies), que se presentó en esta localidad en 1979, consiguió la alcaldía y la mantuvo hasta 2003. Pero el declive de la CUPA en esta localidad se ha visto compensado con creces en estas elecciones. En Manresa (Bages) han ganado un concejal, el mismo que ha perdido ERC. Más sangrante es el caso de Berga, donde la CUP ha irrumpido con dos ediles, también en detrimento de ERC. La aritmética electoral confiere a la CUP la llave de la gobernabilidad de esta localidad, pero la formación independentista ya ha comunicado que no se integrará en ningún gobierno municipal.

Espectaculares son los resultados de la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC). Con algo más de 12.000 sufragios, el partido de Josep Anglada ha saltado de los 4 ediles de 2003 a los 17 que sumó el domingo y puede ser clave en la gobernabilidad en Vic, donde ha pasado de uno a cuatro concejales, y en El Vendrell, donde se ha producido idéntico resultado. También ha sido la segunda fuerza más votada en Cervera y en Manlleu,

La PxC nació en 2001 en Vic de la mano del ex franquista Josep Anglada, mano derecha de Blas Piñar y vicepresidente provincial de Fuerza Nueva. Después de unos años retirado de la política, decidió emprender su aventura electoral con un discurso populista contra la inmigración. Su mensaje ha calado en las localidades catalanas donde el porcentaje de inmigrantes se sitúa en torno al 40% de la población.

La otra cara de la moneda de los micropartidos la representa Ciutadans. En 2006, esta joven formación se presentó en sociedad con la promesa de acabar con el distanciamiento existente entre los ciudadanos y la clase política catalana. Pero la abstención les ha matado. Han fracasado en su intento de entrar en el Ayuntamiento de Barcelona, y en el resto de Cataluña han debido conformarse con 13 concejales y una alcaldía, la de Gimenells i el Pla de la Font (Segrià), donde gobernarán con mayoría absoluta.

La formación presidida por Albert Rivera presentó listas en 81 municipios y cosechó 67.000 votos en su debut en unas elecciones locales. Cerca de la mitad de esos sufragios proceden de Barcelona y su área metropolitana, pero no serán decisivos para formar ningún gobierno municipal. A pesar de todo, Rivera prefirió lanzar un mensaje optimista después de conocerse los resultados: "Hemos crecido en más de 40 municipios en comparación con las elecciones autonómicas. Ahora iremos a por las generales".

Esta información ha sido elaborada por Enric Badia, Jaume Bauzà, Eva Clota y Natalia Iglesias.