Tiempo de cambios en el grupo Indra

Cambios en el accionariado y en el consejo de administración, cambios en el perímetro corporativo con la incorporación de nuevas compañías (Azertia, Soluziona y BMB) y reorganización de actividades. Indra cada día gana más y es más líder en el mercado doméstico de las Tecnologías de la Información y los Sistemas de Defensa, pero también es cada vez más atractiva y relativamente vulnerable -un 61% de su capital se negocia en Bolsa- ante una eventual opa.

La tecnológica espera facturar entre 2.135 y 2.155 millones en 2007 y hacerse con una cartera de contratación que supere la cifra anual de ventas

El Gobierno le ha adjudicado por 10 millones de euros la cobertura tecnológica de la gestión y escrutinio de las elecciones municipales de hoy. En los últimos meses se ha hecho también, entre otros contratos, con dos para la instalación de controles de tráfico aéreo en Lituatia; se ha adjudicado la adecuación tecnológica de la ampliación del puerto chileno de Valparaíso; se le ha encomendado el desarrollo del simulador del helicóptero EC-135 de Eurocopter; también va a desarrollar el sistema integrado para la gestión de operaciones de la Unidad Militar de Emergencias (UME); y ha recibido el encargo de implantar sistemas de peaje electrónico en autopistas de Indiana (EE UU).

Un suma y sigue contractual, aderezado con la compra e incorporación a las cuentas de las compañías citadas, que le ha permitido adelantar en cuatro años sus objetivos y cerrar el primer trimestre con unos resultados (véase información gráfica adjunta) "positivos" y que superan -en palabras de los analistas de Ahorro Corporación y de Selftrade- las estimaciones "propias y de consenso".

Indra ha aprovechado la presentación de resultados para actualizar sus objetivos para 2007. Su previsión de ventas se sitúa hoy en 2.135-2.155 millones de euros, frente a los 2.110-2.130 previos; espera una cifra de contratación superior a la de ventas en el ejercicio y confía en lograr un margen sobre el resultado neto de explotación (Ebit) de al menos el 10%.

Ante la ausencia de oportunidades claras de compras corporativas, Indra, que prevé que va a seguir generando en 2007 un elevado flujo de caja y que no tiene prácticamente endeudamiento (0,5 millones netos a 31 de marzo), ha decidido mimar a sus inversores. Va a proponer a la junta general de accionistas, prevista para el 21 de junio, el reparto de un dividendo extraordinario. La cuantía de éste y del dividendo ordinario supone, según la compañía, duplicar el pagado el año anterior.

Dividendos que endulzan el reciente desembarco en la compañía de accionistas relevantes como Unión Fenosa (UF) y Casa Grande de Cartagena (sociedad de la familia Del Pino). La eléctrica, que está controlada por ACS, ha elevado en los últimos días su participación de un 11% (fruto de la venta de los activos de ingeniería y consultoría de Soluciona a Indra y de la suscripción íntegra de una ampliación de capital de 280 millones realizada por la tecnológica) al 15%, lo que le convierte en su primer socio financiero, y tiene intención de alcanzar dentro de unos meses el 20% de su capital.

Confluencia de intereses

Sus planes de aumentar su presencia en Indra confirman su apuesta y en último término también la de ACS de convertir las tecnologías de la información en uno de los pilares que sustenten -junto a construcción y servicios y energía- el conglomerado que está impulsando su presidente, Florentino Pérez, y sus mayores accionistas: la familia March y los financieros Cortina y Alcocer. El presidente de la tecnológica, Javier Monzón, no debe ser del todo ajeno a estos planes dado que comparte con el presidente de UF, Pedro López Jiménez, asiento en los consejos de administración de ACS (dónde además representa a Cortina y Alcocer) e Indra.

La tecnológica, según analistas de Infomercados, "cuenta con capacidad para mejorar aún más sus márgenes" y goza de "una situación financiera" que le permite mimar al accionista". Los expertos valoran en 25 euros su acción aplicando el método de descuento de dividendos, pero agregan de inmediato que la especialización de Indra, sus perspectivas de negocio y sus saneadas cuentas "constituyen un magnífico caldo de cultivo para rumores que apuntan hacia una posible opa (oferta de compra) sobre la empresa, lo que justificaría que cotizase a precios superiores".

La fuerte dependencia de sus ingresos y ventas de clientes militares y de la Administración otorgan por un lado estabilidad al crecimiento de Indra, pero por otro limitan la inclusión de pretendientes en libreta de baile para hacerse con su control.

Indra va a proponer, por otra parte, en la junta general del 21 de junio, elevar a 15 el número de consejeros para dar entrada en el órgano de administración como dominicales a un representante de la familia Del Pino, Eusebio Vidal-Ribas, y a otro de Cajastur, su director general Felipe Fernández. Y como nuevos consejeros independientes a Luis Lada, ex presidente de Telefónica Móviles, y a Mónica Oriol, presidenta de Seguriber. Para esta segunda plaza de consejero independiente se barajó inicialmente el nombre de Alejandro Aznar, esposo de Mónica y actual presidente de Herederos de Marqués de Riscal. Aznar, vinculado históricamente a la naviera de su apellido, está asociado a los Entrecanales en Trasmediterránea.