El cubismo en las dos orillas

La Fontana d'Or, centro cultural de Caixa Girona, acoge desde el viernes su exposición más ambiciosa. El cubismo y tendencias afines es una lección de arte comparado, un diálogo fecundo entre la corriente rupturista europea y su brillante reflejo en América Latina. La exposición ofrece un recorrido por 74 obras, pinturas, dibujos y esculturas, procedentes del Museo de Bellas Artes y Museo de Arte Contemporáneo de Venezuela. Los pioneros Picasso, Braque, Juan Gris y Léger se ven las caras con los vanguardistas latinoamericanos Tamayo, Lam, Rivera, Matta y Torres García. Una confrontación que une y que separa, que rastrea las huellas de la corriente más intelectual del cubismo y su posterior estallido, más colorista, en el continente americano.

"Es una gran ocasión para comparar la creación europea y la americana, el impacto de las vanguardias al otro lado del Atlántico", explicó Julián García, comisario y director de la Spanish Painters Society.

La irrupción del cubismo no sólo revolucionó el arte en Europa. También traspasó el océano justo en el momento en que los artistas latinoamericanos miraban hacia el indigenismo y redescubrían sus raíces. "Fue Wifredo Lam quien miró Las señoritas de Aviñón de Picasso y vio máscaras africanas", comentó el comisario.

Muchas de las obras son poco conocidas, algunas de ellas son creaciones tempranas de sus autores y no han salido de Venezuela desde 1978, tras un periplo en los años setenta que las llevó a Burdeos, París, Roma y Estados Unidos, como recordó Pedro Vallenilla, hijo del empresario y coleccionista venezolano Pedro Vallenilla Echevarría. "Mi padre siempre quiso compartir el arte, ponerlo al alcance de todos, porque creía en su función didáctica". De las obras que se pueden ver en la Fontana d'Or, 25 pertenecen a la colección que este mecenas donó a los museos de su país.

La exposición, que se podrá ver hasta el próximo 14 de julio, se ha dividido en diferentes áreas temáticas: Cuerpos y figuras; Naturaleza y paisaje; Objetos y naturalezas muertas; Los tránsitos del arte abstracto y, finalmente, hay un apartado dedicado íntegramente a Marcel Duchamp.

Las obras, valoradas en 360 millones de euros, han obligado a reforzar la seguridad de la Fontana d'Or, que se ha dotado de 50 nuevas cámaras de seguridad para proteger estos auténticos tesoros.