"Te señalan para generar inquietud e intimidarnos"
Joseba Elola es un veterano militante del PSE-EE, partido al que llegó a mediados de los años noventa procedente de Euskadiko Ezkerra. Junto con su hermano Patxi, también vecino de Zarautz y concejal socialista en la localidad guipuzcoana, ha sufrido varios ataques de los violentos contra sus bienes.
Ambos pertenecen a la asociación Gesto por la Paz, de la que fueron miembros fundadores en su pueblo natal, y mantienen una estrecha vinculación personal y política. Esa relación se extiende al periodista Gorka Landaburu, que fue víctima de un atentado etarra, al explosionarle un paquete bomba en sus manos hace cinco años. También compartieron amistad con el columnista José Luis López de Lacalle, asesinado por ETA hace siete años, y con el edil socialista de la vecina localidad de Orio, Juan Priede, víctima igualmente de la banda.
"Yo me muevo en un entorno en donde los escoltados no me resultan ajenos; más bien al contrario, conozco bien el mundo de los escoltas", reconocía ayer Joseba Elola. Recordaba, además, que desde Gesto por la Paz han denunciado con énfasis la violencia de persecución sistemática contra cargos públicos o miembros de colectivos amenazados, como jueces o periodistas.
Elola nunca ha llevado escolta y cree que el hecho de que los radicales hayan elegido como objetivo del ataque a un militante de base desconocido aunque veterano, como es él, "representa un aviso claro a todos los miembros de los partidos de que estás señalado, vigilado, para generar inquietud e intimidarte". "Te están diciendo: ojo, que ya te tenemos controlado. Ese es el susto que pretenden darnos".
Elola es profesor de la ikastola de Zarautz, de cuya primera promoción él fue alumno, y no imaginaba que iba a ser protagonista de un episodio así hasta que sus alumnos de quinto de primaria le avisaron ayer, en plena clase, que estaba sonando su móvil. Era su familia, a la que había avisado la Ertzaintza del ataque contra Volkswagen Golf, aparcado apenas dos horas antes en una calle adyacente.
Elola, que hace cuatro años apoyaba con su presencia la candidatura de su hermano en Zarautz, esta vez aceptó ser el número dos de la lista socialista en la vecina Getaria con el fin de extender el PSE en los feudos nacionalistas. "Somos partidarios de una sociedad plural; no nos ocultamos y preferimos dar la cara. Somos euskaldunes y hemos ido a la ikastola donde yo trabajo. Su intención es asustar para que socialmente nos arrinconemos", insiste Elola.
No descarta que el episodio que ha sufrido sea el "inicio de un rebrote" de los atentados contra personas como él, militantes de base a los que pretenden hacer daño. Y recuerda que lo ocurrido forma parte de una campaña "cuyas directrices vienen marcadas por otros". "No se trata de episodios espontáneos de los jovencitos que las protagonizan. Cuando deciden parar lo hacen a toque de silbato, y todos paran".
Para Elola, existe una clara diferencia entre el ataque del que él fue ayer objeto y los casos de violencia que abundan en esta campaña contra candidatos destacados de los partidos. Insiste en que él no es significativo, por lo que el haber sido elegido sólo busca atemorizar a los numerosos candidatos de segunda fila que llenan las listas electorales.
Su hermano Patxi Elola, dirigente del PSE y jardinero de profesión, ha sufrido antes numerosos ataques directos. En octubre de 1999 le quemaron la furgoneta, además de un almacén y maquinaria que utilizaba para su trabajo. Después ha sido varias veces objeto de amenazas y las pintadas en su contra son frecuentes en Zarautz.
