La Politécnica premia la productividad

Dos medidas peculiares, una de ellas inspirada en el modelo americano, para premiar la productividad y excelencia de la comunidad universitaria: futuros estudiantes y profesores de la institución. La Universidad Politécnica de Valencia premia con 600 euros a los 44 estudiantes de nuevo ingreso con mejores expedientes académicos. Los candidatos, tanto si proceden de bachillerato como si lo hacen de ciclos formativos, deberán tener una nota de acceso de al menos un 8, solicitarlo en septiembre y por supuesto matricularse en la universidad convocante. Una vez que los candidatos sean de facto alumnos de la universidad, se fallarán los premios.

Para los ganadores se celebrará un acto público en el que se les hará entrega de un diploma acreditativo. Hay 34 premios para los estudiantes de bachillerato y 10 para los de ciclos formativos.

"Con este premio perseguimos que los mejores alumnos estén en nuestra universidad", aclara, Antonio Hervás, director delegado de Comunicación e Información de la universidad, de un incentivo con pretendientes más que garantizados: sólo en el curso pasado se matricularon en la Politécnica más de 400 alumnos con una nota media de acceso de entre 8 y 10.

Además, Hervás añade que este premio ha nacido con "vocación de permanencia", de modo que los estudiantes premiados en esta convocatoria puedan mantener esta ayuda toda su trayectoria académica. Para ser acreedores de ello, los distinguidos deberán de mantener un nivel académico que les sitúe entre el 10% de los mejores de su centro.

Hervás subraya que este premio no es una acción de captación de alumnos sin más, sino que busca la excelencia. Y recuerda que su universidad y la Universitat de València, por poner algunos ejemplos, en alguna edición han desarrollado iniciativas similares, como el pago de la matrícula a los ganadores de la Olimpiada Matemática, una competición estatal que determina los mejores estudiantes de bachillerato en la materia. Olimpiadas hay sobre ciencias básicas pero no sobre ingenierías, de ahí, según Hervás, el nacimiento de este premio universitario. Además, insiste en su atractivo porque es compatible con cualquier convocatoria de beca y premio del Ministerio y la Generalitat.

Otra singular medida que la Politécnica ha puesto en marcha para incentivar la productividad, esta vez de los profesores, es el Plan de Docencia en Red, impulsado por el Vicerrectorado de Estudios y Convergencia Europea, con el apoyo del Vicerrectorado de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones. Su objetivo es incentivar a los profesores de la institución para que produzcan materiales educativos en formato digital en 2007.

Los docentes de la universidad interesados en participar presentan sus propuestas en una convocatoria dotada con 150.000 euros para el presente año. La cuantía por cada objeto virtual (fragmentos de vídeo educativo de 5 a 10 minutos, laboratorios virtuales, simulaciones numéricas interactivas...) es de 50 euros. "En una clase puede haber hasta tres y cuatro objetos, por lo que cualquier aspirante puede presentar más de uno", dice Miguel Ferrando, vicerrector de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones, quien afirma que en esta primera convocatoria quieren agotar la dotación destinada para que las 4.000 asignaturas de esta universidad tengan como mínimo un 5% de contenido digital.

Los materiales producidos se almacenarán y estarán disponibles en una base de datos a través de la biblioteca.

Con la inminente implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), se reduce el tiempo de clase magistral para el alumno, que trabaja de manera más autónoma por lo que el incremento de recursos virtuales es el indefectible futuro de la universidad. "Hay profesores muy motivados que sin la necesidad de habilitar un plan con incentivos hubieran aportado sus objetos virtuales, pero para movilizar a la mayoría hay que ir más allá", aclara Ferrando.

La generación de esta biblioteca digital permitirá una configuración más global de la universidad ya que estudiantes de diferentes carreras con asignaturas comunes podrán acceder simultáneamente al recurso digital en cuestión. Y reutilizarlo, el principio de la enseñanza. Piénsese, por ejemplo, en un teorema matemático común a casi todas las ingenierías.

Ferrando revela que este modelo de premiar la productividad para que los docentes generen recursos de aprendizaje virtual se inspira en la filosofía americana poniendo como ejemplo el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT, que dispone de un instrumento semejante, el Open Course Ware, para fomentar el libre acceso al conocimiento a través de Internet, al que se ha sumado el Portal Universia.