Colectores que inundan negocios
Los comerciantes de Antonio López, hartos de que cada tormenta fuerte les estropee trajes de novia, marisco y otros artículos - El Canal dice que el martes llovió como "una vez cada 50 años"
La indignación de los vecinos de la calle de Antonio López fluía ayer tanto como el agua. "Algo falla en esta red, cuando ya llevamos tres inundaciones en menos de tres años". Así se quejaba Juan Antonio Ibáñez, un vecino de un sótano del número 11 de esta vía que anoche pasó un calvario hasta que pudo achicar todo el agua que anegó su vivienda. No fue el único. Una veintena de comercios se vio afectada por las inundaciones y muchos de ellos tuvieron que cerrar ante la pérdida de sus productos. Como en la marisquería La Pradera, en la misma vía. El agua se coló por los sumideros y por los servicios, ya que el colector de la calle de Antonio López se rompió y vertió el agua hacia el exterior. "Hemos estado toda la noche sacando agua. Hemos perdido mucho género, sobre todo marisco que teníamos en la cámara", se quejó uno de los dueños del restaurante, Marcial Collado.
30 vestidos terminados para enlaces de los próximos días quedaron destrozados
La situación que viven estos vecinos no es nueva, se repite con cierta regularidad cuando hay lluvias fuertes en poco tiempo, como la del martes pasado. La última que recuerdan, en octubre. En algunos comercios, se rayaba en la desesperación. Eso sucedió en una tienda de vestidos de novia, cuyo almacén sufrió una inundación de un metro de alto. Los más de 30 vestidos que tenían terminados para celebraciones de los próximos fines de semana quedaron destrozados. A eso se unieron las planchas, los vestidos de madrina y los zapatos de fiesta. "Vamos contrarreloj para que las novias tengan sus vestidos", describió Marga, una dependienta de la tienda B y J.
La estación de Marqués de Vadillo, en la línea 5, permaneció ayer cerrada por culpa de las fuertes inundaciones que sufrió tras romperse el colector, informa Pilar Álvarez. "Las lluvias fueron muy copiosas y en muy poco tiempo", se justificó ayer la consejera de Transportes, Elvira Rodríguez. De las tres líneas que sufrieron cortes por las inundaciones (2, 4 y 5), en dos se restableció el servicio "en tres cuartos de hora". Los usuarios tuvieron que tomar la línea 5 en las paradas de Urgel y Pirámides -la anterior y la siguiente a Marqués de Vadillo-. "Trabajaremos mañana, tarde y noche para que la estación esté cerrada el menor tiempo posible", aseguró.
Una portavoz del Canal de Isabel II explicó que el colector de Marqués de Vadillo fue construido a principios de los años sesenta, cuando se construyó el barrio. En los últimos cuatro años no ha sufrido ninguna avería ni rotura, por lo que no ha tenido que ser reparado. Eso sí, ha sido revisado, al igual que el resto de la red. Ésta está formada en la capital por 4.000 kilómetros de colectores (la distancia entre Madrid y Moscú).
El Canal de Isabel II se hizo cargo de la red de alcantarillado de la capital el 1 de enero de 2006 y con ella alcanza los 17.000 kilómetros. Cada año la compañía pública gasta unos 13 millones de euros en reparar una media de 300 o 350 kilómetros de colectores en la región. Muchas de estas enormes tuberías tienen más de 100 años de antigüedad, pero se han ido arreglando o ampliando en función del crecimiento de la ciudad.
Fuentes del Canal explicaron que no saben cuáles son los daños que han sufrido los colectores en los dos puntos más inundados de la capital: Marqués de Vadillo y la calle del Doctor Ramón Castroviejo. Por motivos de seguridad, los técnicos no pueden bajar a estos enormes desagües hasta que deje de llover. Una nueva crecida de improviso o una riada incontrolada haría que estos operarios fueran arrastrados hacia la depuradora. Las mismas fuentes añaden que esperarán dos o tres días hasta que deje de llover para evaluar los daños.
Pero, ¿vivió Madrid una de las peores tormentas? La respuesta no es fácil. Fuentes del Instituto Nacional de Meteorología detallaron que la estación de Retiro recogió desde la tarde del martes -cuando empezó a llover- hasta las ocho de la mañana de ayer 30,5 litros por metro cuadrado. En ese tiempo, el aeródromo de Cuatro Vientos subió hasta los 42; el aeropuerto de Barajas, a los 23, y Getafe, hasta los 43,6. En las 12 horas siguientes (hasta las ocho de la tarde de ayer), Retiro sumó otros 14 litros; Cuatro Vientos, 8, y Barajas, 3.
"Si viene una lluvia muy alta como la del martes, la capacidad de los colectores, lógicamente, es insuficiente. En el caso de ayer tendríamos que analizar exactamente a qué periodo de retorno puede equivaler, pero igual estamos hablando de una intensidad de lluvia que no se repetiría más que una vez cada 50 años", indicó a Europa Press el director de Saneamiento del Canal, Avelino Martínez.
Las lluvias también provocaron problemas ayer. El teléfono de emergencias 112 recibió entre las seis de la mañana y las doce del mediodía avisos de 135 accidentes de tráfico en la región. Esto supone unas seis veces más la cifra habitual en un día laborable. En el intercambiador de Príncipe Pío, los operarios pusieron cubos para recoger el agua de las goteras.
Las tormentas se repitieron entre las 16.45 y las 19.30 en la zona este de la región. Municipios como Meco, Camarma y Fuente El Saz fueron los más afectados, con inundaciones de sótanos y garajes en viviendas particulares.
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