Rajoy: "Zapatero sigue hablando con ETA de Navarra"

Era un mitin, pero se parecía mucho a una manifestación. El tono moderado de Mariano Rajoy en la campaña se acabó al llegar a Pamplona, y recuperó el de la gran protesta del 10 de marzo en Madrid. Además, mientras reivindicaba la españolidad de Navarra y acusaba a José Luis Rodríguez Zapatero de querer entregarla a los nacionalistas "para que sea una pieza de ese fantasmagórico proyecto llamado Euskal Herria", el público, como si estuviera en la calle, le jaleaba "¡Zapatero, embustero!, ¡Zapatero, dimisión!".

PAMPLONA

Se acabaron las propuestas, las frases ingeniosas, las ideas sobre inmigración, educación, sanidad. Llegó Navarra y volvió el tono de las manifestaciones contra la política antiterrorista de Zapatero. Rajoy dedicó su discurso en Pamplona a poner a los navarros ante el dramático momento que, en su opinión, están viviendo. "Lo que ocurra determinará el futuro de Navarra y España. No estamos ante un debate normal. Lo que se trata es decidir si Navarra es Navarra o una conquista del nacionalismo vasco", clamó Rajoy mientras un Baluarte abarrotado se caía.

"Zapatero sigue hablando con ETA, sigue hablando de Navarra. Yo les digo a los socialistas navarros que por encima de Zapatero está Navarra y la libertad. Y que sean conscientes de lo que nos jugamos. Navarra no puede estar a lo que pacten Otegi y Zapatero".

Rajoy insistió con la idea, que repite todos los días, de que el presidente no es de fiar. "A estas alturas son ya muchísimos los que no se fían de él. Muchas veces ha dicho una cosa y ha hecho lo contrario, ha negado lo evidente. Engañó a CiU, y engañó cuando dijo que no intervino en las opas de Endesa. Calificó a Otegi de hombre de paz. Y después vino lo de Batasuna. Y la culpa de todo siempre la tenía el PP o UPN. Ahora ya son muchísimos los que se han dado cuenta de quién ha engañado a los españoles". "Ha puesto una vela a Dios y otra al diablo", dijo para criticar que mientras pactaba con el PP el PSE tenía conversaciones con Batasuna.

Si Baleares es un punto fuerte de la estrategia del PP, porque teme perder esta autonomía, Navarra es la clave de todo. Si UPN pierde la mayoría absoluta -la encuesta publicada ayer por el Diario de Navarra auguraba que lo más probable es que suceda- y todos los demás pactan para gobernar, el PP dejaría de tener poder muy probablemente en Vitoria, la diputación alavesa y Navarra. Un desastre para un partido que basa gran parte de su estrategia en el problema vasco, y que lo hace con la legitimidad que le da gobernar en puntos clave de los territorios.

Sin embargo, la demostración de fuerza de UPN ayer (el Baluarte se llenó por completo y el mitin congregó a más de 2.000 personas, muchas de las cuales se quedaron fuera) no evidenciaba ningún temor. Rajoy, al ver que Zapatero le cita en los mítines y entra al cruce con él, reacciona a sus propuestas, estaba eufórico. "El presidente no para de dar palos de ciego. Sus ideas son tres: Irak, Franco y Rajoy. Está a la defensiva, incómodo y enfadado. Por eso habla del pasado, y de mí, que soy el futuro".

El PP sufrió una derrota inesperada y muy dolorosa hace tres años. Desde entonces, ha desarrollado una estrategia de enfrentamiento total a la política antiterrorista del Gobierno, con una decena de manifestaciones -incluida una multitudinaria en Pamplona-. Esta dureza, nunca antes practicada en el asunto antiterrorista, ha sido criticada por todos los demás grupos. Rajoy ha sufrido lo que el PP define como cordón sanitario: nadie quería aliarse con ellos, y en el Congreso ningún grupo apoyaba su estrategia y sus propuestas. Pero en las últimas semanas tanto CiU como PNV han lanzado guiños hacia el PP, diciendo que no descartan pactar con él si gana las generales aunque, aclaran, antes tendría que cambiar mucho la estrategia de los populares. Ayer, el líder del PP en Cataluña, Josep Piqué, no descartó "pactos puntuales" con ERC en algunos ayuntamientos, informa Efe.

Esta novedad, sumado a victorias parlamentarias como la del debate sobre la elección de los miembros de la CNMV, han animado mucho a Rajoy. Y sobre esta idea, la de que ya han pasado los momentos duros y se acabó la soledad, Rajoy construye gran parte de sus mítines, sobre todo para animar a sus militantes, que aplauden encantados. ¡Hemos pasado tres años difíciles!, les dijo en Logroño, acompañado por primera vez de su mujer, Elvira Fernández. "Hemos sido coherentes, a veces en contra de muchas fuerzas políticas. Han intentado excluirnos, decir que estábamos solos. Ahora estamos más acompañados que nunca, las cosas van muy bien, se empiezan a ver de forma diferente. La confianza en el Gobierno está en caída libre". Tan crecidos estaban los ánimos que Yolanda Barcina, la alcaldesa de Pamplona, de natural comedida, abrió el mitin de Pamplona gritando el muy futbolero "¡A por ellos, oé!".