Trias: "Nunca en la vida me he sentido de derechas"

Xavier Trias empieza a estar harto de que le encasillen como candidato de la derecha. Ayer, en un almuerzo mitin en la Barceloneta, refrendó su adscripción socialdemócrata y proclamó: "Nunca en la vida me he sentido de derechas". El candidato nacionalista fue taxativo y claro. No así cuando quiso sintetizar la ideología de la federación: "Convergència es un partido de centro, y CiU se mueve entre el centro derecha y el centro izquierda". O sea, para contentar a toda variedad de electores.

Trias exhibió optimismo. Él y su equipo salieron satisfechos del debate televisivo de la víspera. Más de 300 personas, entre ellas Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida, le acompañaron por Barcelona en una caminata matutina de dos horas y media. Y, sobre todo, ninguno de los dos dirigentes de la federación le eclipsó con sus discursos en un almuerzo-mitin en la playa de Sant Sebastià. Ni el convergente ni el democristiano hablaron de inmigración y menos de yihadistas. Trias se sintió arropado y esperanzado en que el próximo domingo puede conseguir la alcaldía. "No se trata de sacar uno o dos concejales más. Se trata de ganar o perder. Y ganaremos", vaticinó.

Con su estilo dicharachero, el candidato nacionalista pregonó lo que considera la máxima prioridad para el Ayuntamiento de Barcelona: un cambio de estilo. Trias quiere acabar con la "mentalidad estrecha y sectaria" que, en su opinión, preside todas las actuaciones del tripartito. Esta actitud tiene una sola causa: el desconocimiento que los socialistas tienen de Barcelona. "No saben lo que necesita la gente porque no pasean por la ciudad", denunció. Trias aderezó sus acusaciones con ocurrencias del tipo "les tendría que caer la cara de vergüenza", "están locos", o "dicen tonterías". Prueba de las críticas es, para Trias, el hecho de que el alcalde Jordi Hereu se gastara en 2006 más de 17 millones en publicidad y autobombo.

Aunque al alcaldable de CiU le tienta un pacto con ERC, en todas sus intervenciones huye de este debate como de la pólvora. Sólo el democristiano Duran Lleida se atrevió ayer a lidiar el espinoso asunto. Duran dejó claro que CiU nunca pactará con el PP si no cambia su política sobre Cataluña. "La gente de CiU aún tenemos dignidad y memoria".

El líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, retó a CiU a rechazar de forma clara la oferta de Rajoy. "Aún no hemos oído una sola vez a CiU diciendo: No pactaremos con el PP", dijo Carod, para quien "no deja de ser curioso que aquéllos que en su momento fueron al notario para decir que no pactarían con el PP ahora no hayan abierto boca".