Sebastián mártir

¿Cuántas veces se dirá este fin de semana el nombre de Miguel Sebastián? El Gran Wyoming propuso el jueves por la noche en El intermedio (La Sexta) esta pregunta a sus espectadores: "¿Cuántas veces se dirá Isabel Pantoja en Tele 5 este fin de semana?". Wyoming amenazó a los de esa cadena con contarlas él personalmente, pero me temo que la tonadillera se quedará corta al lado del candidato socialista a la alcaldía de Madrid, blanco ahora de todas las flechas como el santo mártir que le da apellido. No sé si es por falta de costumbre en la crispación cotidiana, después de haber pasado una semana en México, pero el escándalo por ese debate televisado en el que Sebastián esgrimió la foto de una bella mujer imputada en la corrupción marbellí me resulta más desmesurado que el gesto del candidato. En las televisiones mexicanas hay muchos culebrones (el más popular, de Televisa, lo dirige ahora el gran cineasta Arturo Ripstein), aunque el melodrama de alto voltaje se equilibra con la programación excelente de dos canales, el 11 y el 22, dedicados exclusivamente al arte, a las series de calidad y a los debates culturales. Nada parecido tenemos aquí.

En el montaje que hizo El intermedio se veía que las fotografías fueron usadas como arma de acusación masiva tanto por Gallardón como por Sebastián, y poco después, en Noche Hache (Cuatro), quedó claro que Sebastián repetía tres veces la expresión "actuaciones urbanísticas", por lo que la insinuación malévola a mí me parecía más profesional que personal. Para malpensado, el colaborador de Eva Hache Ricardo Castella, que sacó a relucir la visita de despedida de Blair a Bush, confirmando que el británico pasó la noche en la Casa Blanca. ¿En el mismísimo Despacho Oval que Clinton hizo Despacho Oral? ¿Se fueron Blair y Bush al acabar la entrevista a un bar gay? "Esto es un programa de humor", añadió Castella. Ayer, viernes, en Las mañanas de Cuatro, Concha García Campoy hablaba en serio con sus contertulios, y ofreció las imágenes de Sebastián dando los datos de los expedientes sospechosos. La escena sucedía en el Matadero Municipal. ¿Por casualidad?