Alud de críticas al líder de CiU por asegurar que Cataluña es un centro de reclutamiento de 'yihadistas'

El líder de Convergència i Unió, Artur Mas, se ha convertido en los últimos días en blanco de las críticas de la izquierda e incluso del PP, tras haber afirmado que el tripartito ha convertido Cataluña en un centro de reclutamiento de terroristas islámicos. Hasta el popular Josep Piqué denunció el discurso demagogo que utilizan los dirigentes nacionalistas en asuntos tan espinosos como el terrorismo o la inmigración. El democristiano Josep Antoni Duran también apostó, días atrás, por endurecer las condiciones de reagrupamiento familiar a los inmigrantes.

Los debates en la campaña catalana se limitaban, hasta el pasado domingo, a temas estrictamente municipales. Pero las acusaciones de Mas han agitado las aguas hasta el punto de unir a la izquierda y la derecha en sus críticas.

Piqué, por ejemplo, aseguró que CiU ha "ido un poco lejos" con sus referencias al terrorismo islamista. El propio presidente de la Generalitat, José Montilla, respondió: "Hay gente que utiliza la inmigración en clave de confrontación política. Son declaraciones que generan problemas de convivencia, cuando la obligación de los servidores públicos es solucionar problemas, no generarlos". El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, reclamó ayer a Mas que pida "disculpas" a los catalanes y que "evite usar el terrorismo en la campaña elctoral". Por su parte, el presidente de Esquerra, Josep Lluís Carod, calificó de "animaladas" las palabras de Mas e "impropias de alguien que ha aspirado a presidir el país". Y el ecosocialista y secretario general del Departamento de Interior, Joan Boada, censuró por "irresponsable" el uso del terrorismo o la inmigración en campaña electoral.

Después del chaparrón recibido, los nacionalistas admiten que quizá a Mas se le "calentó la boca" y se "excedió" en sus acusaciones. El lunes, en la reunión diaria del comité de campaña de la federación, los democristianos cuestionaron las afirmaciones de Mas por la "alarma innecesaria" que podían generar. Los convergentes las defendieron porque, aseguraron, CiU había recuperado el protagonismo en esta campaña. Al final, ambos partidos pactaron matizar las declaraciones. Horas después, Mas admitió que se había equivocado de palabra al referirse a Cataluña como un campo de "entrenamiento" y no de "reclutamiento" y aseguró que nunca había acusado al tripartito catalán de la proliferación de yihadistas. El líder de CiU puntualizó que se había limitado a verbalizar el contenido de un documento del Instituto Elcano elaborado por el experto Fernando Reinares.

Por la noche, en un mitin de campaña, Duran se esforzó en rebajar la controversia: "Como en cualquier otra parte del mundo tenemos el riesgo del terrorismo islamista, pero no hay nada en Cataluña que nos haga pensar que esto deba pasar. Por tanto, no hemos de alarmar a la gente".