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La calidad de los intérpretes se inpone al montaje de 'Aida on fire'

Aunque los organizadores del espectáculo Aida on fire promocionaban sobre todo el carácter espectacular del montaje, finalmente el público se rindió a la calidad de los intérpretes y a la buena labor musical desarrollada por la orquesta dirigida por Walter Haupt. Cerca de 4.000 personas acudieron al Multiusos del Sar de Santiago para presenciar el segundo gran espectáculo operístico que la promotora alemana Art Concerts trae a la ciudad en los últimos seis meses. Una cifra más que estimable si se tiene en cuenta que la entrada más barata costaba 40 euros. La buena respuesta del público hace posible nuevas experiencias similares en el futuro.

La condición de Grand Opera que ya de por sí tiene Aida juega a favor de la conversión de la obra en un espectáculo aún mayor que en su formato convencional. El público pudo ver algunos efectos que no son posibles en un teatro normal, como las grandes llamaradas que surgían de vez en cuando desde distintos puntos del escenario y las proyecciones de vídeo que servían de telón de fondo a los solistas. Sin embargo, nada de esto consiguió distraer demasiado la atención. Lo que realmente esperaba el público y finalmente obtuvo fue una más que correcta interpretación por parte de los cantantes y de los músicos que intervinieron en el espectáculo, aunque no se trate de grandes figuras del bel canto.

Los inconvenientes que puede suponer la representación de una ópera en un pabellón de deportes quedaron en esta ocasión atenuados por el propio carácter espectacular de la obra y por la calidad del sonido, que fue mejor que la registrada durante el Carmina Burana que se representó en el mismo escenario el pasado diciembre. El único fallo técnico de la noche afectó a las pantallas en las que se realizaba la traducción simultánea del libreto de la ópera, aunque por fortuna el error pudo subsanarse en pocos minutos. Ni siquiera la fuerza de la lluvia que se dejó sentir en algunos momentos de la representación afectó demasiado a la nitidez con la que el sonido que llegaba a las gradas.

Largo aplauso

La cantante más aclamada por el público fue la mezzosoprano Irina Bossini, que interpretaba a Amneris, la hija del faraón, aunque también destacaron el tenor colombiano Ernesto Grisales, en el papel de Radamés, y la soprano uzbeka Assia Davidov, que asumía el rol de Aida. Las dos horas y media de representación concluyeron con un largo aplauso por parte del público, que esta misma semana tendrá la oportunidad de disfrutar de otra cita con la ópera. La obra de Mozart Il Re Pastore llega al Auditorio de Galicia el próximo viernes, día 18, una producción realizada en colaboración con el Festival Mozart de A Coruña. Un día después el Multiusos del Sar acogerá otro acontecimiento musical de lujo. El cantante irlandés Van Morrison ofrecerá su único concierto en España previsto para los próximos meses.

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