La ciudad más verde
Aunque es algo que nunca ha entrado en mis planes, poniéndome a pensar (o mejor dicho, a soñar...) la posibilidad de ser alcaldesa de Sevilla, se me han venido a la cabeza muchos proyectos que por mi trabajo he tenido la suerte de ver realizados en ciudades de todo el mundo (lo bueno de ser artista...) y que me gustaría que los ciudadanos pudiésemos disfrutar en la mía. Primero (como siempre he hecho) me rodearía de un buen equipo y continuaría con muchas de las cosas buenas que se han llevado a cabo hasta ahora, como la peatonalización del centro o el tan esperado metro de Sevilla, que por fin es ya casi una realidad.
La querencia me lleva a pensar en la cultura como un patrimonio vivo, en constante evolución, que llena de sabiduría a un pueblo y genera riqueza si se gestiona bien. En Sevilla puede llegar a convertirse en uno de los motores de la actividad económica junto con el turismo, si seguimos apostando por la calidad y la continuidad.
La cultura sería más accesible y diversa para los usuarios y para los creadores. Para conseguirlo impulsaría aún más el Instituto de Cultura y de las Artes recién creado, para que se convirtiera en el lugar donde pudieran reunirse artistas y estudiantes de diversas disciplinas: pintores, escultores, actores, escritores, bailarines... Dotaría aún más los equipamientos públicos que ya existen con instalaciones modernas y multiplicaría la oferta cultural.
Idearía un plan de fomento de la lectura con programas de librerías culturales, intentando igualar en la práctica el consumo de cultura con la participación en la cultura, atendiendo a los principios de igualdad, solidaridad y equilibrio territorial, ya que la que se hace en cultura es una inversión productiva que ayuda a crear empleos y al desarrollo de nuestra ciudad.
No puedo dejar de preocuparme por el Flamenco, así que intentaría por todos los medios seguir dignificando este Arte con más festivales de danza y flamenco. Por otra parte, continuaría con los planes de recuperación del Guadalquivir para que fuera un lugar de encuentro, como se ha hecho en otras ciudades europeas que no tienen mar. Crearía un paseo vivo, con actividades para todas las edades, espacios expositivos, de recreo, bares (con poco ruido), música en directo; en fin, hacer del río algo más nuestro, y disfrutar de él. Y engarzando ideas... ¿por qué no ubicar ese gran espacio cultural con cristaleras mirando al río?
Dentro de poco tendremos nuestro soñado metro, así que intentaría seguir creando más líneas que conectaran el centro con toda la corona metropolitana de Sevilla, con el Aljarafe y con el aeropuerto, para que Sevilla se convirtiera en receptor de visitantes de toda Andalucía.
Trataría de abordar el problema del agua, ya que a largo plazo se convertirá en una prioridad en toda España, pero sobre todo en nuestra tierra. Me gustaría hacer de Sevilla la ciudad más verde, la más ecológica, la integradora...
Haría una política pensando a largo plazo, como he hecho en mi carrera..., sin pensar en el aplauso fácil, sino en obtener un desarrollo en continuidad e intentando dejar un buen proyecto de futuro para las nuevas generaciones.
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