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Reportaje:APUNTES

Estudiantes ante el miedo escénico

La Jaume I enseña a evitar el tartamudeo, los sudores y otros síntomas al hablar en público

María Fabra

Sudores en las manos, tartamudeo, boca seca y afonía son algunos de los síntomas que se pueden presentar a la hora de hablar en público. Los alumnos han de afrontar, a lo largo de su carrera, la defensa oral y en público de proyectos y exámenes. Hay quien no ve ningún problema en ello o que, incluso, se desenvuelve mejor con las palabras. Sin embargo, no siempre es así, por lo que la Universidad Jaume I de Castellón ha celebrado un taller de estrategias para hablar en público y perder ese miedo escénico que, en ocasiones, puede enturbiar horas y horas de estudio.

El seminario, impartido por Carmen Navarro, está compuesto por tres módulos en los que se ha explicado a los alumnos cómo vencer el miedo y las técnicas de reducción de la ansiedad, el método de estructuración de una exposición y los aspectos verbales y estrategias para mejorar habilidades no verbales.

"Si me quedo en blanco, me muero", fue la reacción de algunos de los alumnos cuando Navarro les preguntó qué harían en este caso. "Si lo habéis preparado y ensayado hay muy pocas posibilidades de que os ocurra", les alentó ella. La profesora explicó que, ante un bloqueo, existen recursos tan básicos como beber agua, en un espacio de tiempo que se ha de utilizar para recordar el último punto del guión, previamente elaborado, que se ha expuesto.

Tirar un boli y agacharse a recogerlo también es una estrategia perfecta para darse un margen de tiempo y poder resolver una situación que, en el peor de los casos, puede obligar a anunciar, con naturalidad, que se ha perdido el hilo.

"La mejor manera de que no ocurra es tener previsto qué puede pasar y saber cómo se sale del bloqueo", explicó Carmen Navarro, quien consideró fundamental el no anticiparse a la posibilidad de sufrir síntomas de ansiedad. Imaginarse previamente el desastre es probablemente el camino más rápido para acabar en él.

El curso, habitual en varias universidades valencianas desde hace años, suele tener el público asegurado. Cada cual llega a él con su objetivo y su temor. Si el taller ha funcionado, María expondrá con éxito ante sus compañeros de la universidad de mayores, sus conocimientos sobre el escultor Viciano. Cristina pasará la segunda prueba de su oposición, que consiste en la exposición de una unidad didáctica y Mari Carmen y Roberto convencerán al tribunal de que su proyecto de empresa de fabricación de pigmentos es el mejor.

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