Menos tensiones

Esta última sesión de Bolsa ha dejado una sensación de vuelta a la normalidad que el mercado estaba necesitando. A lo largo de la mañana, la Bolsa española se comportó en lo aparente como el resto de los mercados de la eurozona, mientras que por dentro mantenía un duro proceso de selección que muy pocos valores aprobaron.

La proximidad de la apertura de la Bolsa de Nueva York, con los futuros apuntando a la baja, acabaron con el espejismo y todos los valores volvieron a ofrecer su lado más débil. El resultado más inmediato fue una caída de casi el 1% desde la cota máxima del día, aunque la Bolsa estadounidense mostró una firme resistencia a la baja que logró cambiar el cierre de los mercados europeos.

El Ibex 35 terminó la sesión con un avance del 0,36% que era deudor, principalmente, del empuje de los dos grandes valores bancarios, y quedaba en 14.609,40 puntos, un nivel que deja las cosas como estaban y que, una vez superada la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés, queda a merced de lo que haga el Banco Central Europeo hoy jueves, con el mismo asunto como tema de su reunión.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 4.746,35 millones de euros, principalmente por la caída de la actividad institucional, que tan sólo aportó 675 millones de euros a esta jornada. Las operaciones del "mercado abierto" se mantuvieron en el mismo nivel que el día anterior, con 4.071,56 millones.

La sesión careció del respaldo de indicadores económicos relevantes, lo que hizo que el dato de las reservas semanales de crudo en Estados Unidos tuviera un protagonismo inesperado. El incremento de esas reservas hacía bajar ligeramente el precio del petróleo, lo que no venía mal en un momento en el que se está evaluando la presión de esa materia prima sobre la economía.