Varsovia prepara una ley contra símbolos de la URSS
La cruzada anticomunista polaca ha topado con el orgullo ruso. El Gobierno de los gemelos conservadores Lech y Jaroslaw Kaczynski (presidente y primer ministro) se ha unido a la iniciativa de Estonia y prepara una ley para retirar o trasladar los monumentos soviéticos -incluidos los dedicados a los soldados del Ejército Rojo que liberaron a Polonia de los nazis- que ha provocado fuertes críticas del Kremlin.
"La memoria de los ganadores es sagrada", advirtió el lunes a Varsovia el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, que añadió que no se puede "reescribir la historia" y criticó a la UE y a la OTAN por permitirlo. Pese al descontento de Moscú, que celebraba ayer su victoria sobre la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, el primer ministro polaco dijo que seguirá adelante: "Si ahora cedemos, seguro que un día también querrán decidir el nombre de nuestras calles". En declaraciones a Polskie Radio, informa Efe, Kaczynski añadió: "Polonia no va a tolerar que ningún otro país decida qué hacer con su patrimonio histórico".
Si el proyecto sale adelante, las autoridades locales podrán retirar o trasladar los monumentos erigidos en su día en recuerdo de los soldados soviéticos y los relacionados con la liberación del país de los nazis. Se calcula que una cincuentena de monumentos se verían afectados por la medida. El Instituto para la Memoria Nacional -utilizado por el Gobierno polaco para su campaña de depuración ideológica anticomunista- ultima una lista.
Orgullo nacional
La futura ley también permitirá a los ayuntamientos cambiar los nombres de las calles y plazas que fueron bautizadas durante el régimen comunista que gobernó Polonia hasta 1989. "Los consistorios deberán actuar allá donde nuestro orgullo nacional esté herido por el recuerdo de la dictadura", dijo el ministro polaco de Cultura, Kazimierz Yazdowski, que señaló que, muy a su pesar, aún se ven en el país monumentos con inscripciones en ruso. A su juicio, es necesario retirar todo lo que recuerde a "los dos regímenes totalitarios más brutales del siglo XX: el nazismo y el comunismo". Para los rusos, los monumentos son un símbolo del sacrificio humano que se hizo para derrotar a los alemanes.
Las relaciones de Polonia y Rusia no atraviesan su mejor momento. La decisión de Varsovia de aceptar que EE UU instale en su territorio parte de su sistema de defensa de misiles ha causado gran malestar en Moscú, porque considera que debilita su propia seguridad.
Polonia se encuentra, además, en medio de un proceso de limpieza ideológica, a través de la Ley de Lustración, que obliga a políticos, funcionarios, profesores y periodistas a confesar si colaboraron con los servicios secretos comunistas.
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