Hallados 105 cadáveres en fosas comunes al sur de Colombia
Los restos humanos pertenecen a víctimas de los paramilitares
Colombia sigue enfrentándose al horror de la acción paramilitar. Los restos de 105 víctimas de estos grupos sanguinarios fueron hallados en Putumayo, al sur del país. El macabro hallazgo fue revelado por el fiscal Mario Iguarán el sábado, al terminar en esta región la quinta fase de excavación de tumbas, que ha durado cuatro semanas. Los cadáveres se encontraron en 65 fosas comunes, en seis sitios distintos del fértil valle del Guamuez.
La mayoría estaban enterrados en fincas y en las cunetas de carreteras. Las víctimas recibieron un tiro de gracia en la cabeza y fueron desmembrados. Es un común denominador: los paramilitares despedazaban los cuerpos para poderlos esconder en fosas no muy profundas. Con este hallazgo se acerca ya a mil la cifra de cuerpos encontrados en estos cementerios clandestinos en todo el país. Putumayo bate el récord: 211; en el Magdalena, en la región del Caribe, ya van 117.
La labor de los fiscales y antropólogos forenses, que en septiembre del año pasado empezaron la búsqueda de las fosas comunes en esta región en la frontera con Ecuador, no ha terminado aún. El fiscal Iguarán ha afirmado que, según los testimonios de vecinos y familiares, allí hay "miles y miles" de cadáveres enterrados. Luego se atrevió a precisar que pueden ser más de 3.000. "Hay elementos para deducir", agregó el fiscal, "que entre las víctimas hay ecuatorianos".
Putumayo es una de las regiones que más ha sufrido la violencia en el país. Los cuerpos encontrados, dice la fiscalía, son de campesinos de la región y combatientes de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de los paramilitares. Según los expertos forenses, los crímenes se cometieron entre 1998 y el año 2000, cuando los paras empezaron a combatir a las FARC por el control de esta zona donde se llegaron a sembrar más de 60.000 hectáreas de coca.
Putumayo fue también, a comienzos de esta década, el laboratorio inicial del llamado Plan Colombia, para erradicar, con ayuda militar de EE UU, los cultivos ilegales. Las fumigaciones masivas desplazaron los cultivos al vecino departamento de Nariño.
El problema ahora es la identificación de los cuerpos encontrados. "Estamos empeñados en la creación de la unidad de identificación plena, para poder entregar a las familias a sus seres queridos", dijo el fiscal. El porcentaje de cuerpos identificados totalmente es muy bajo, como lo es también el número de fosas denunciadas que han sido exploradas. La ubicación de los cementerios clandestinos se ha logrado por las declaraciones de los paramilitares que buscan los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, a cambio de que cuenten la verdad sobre sus crímenes, informaciones de familiares de las víctimas y denuncias de vecinos.
Según la fiscalía en Colombia, hay 10.000 desaparecidos, mientras que la Comisión Colombiana de Juristas, una reconocida ONG que trabaja por los derechos de las víctimas de la barbarie paramilitar, los desaparecidos pasan de 30.000.
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