Bruselas aboga por eliminar la remolacha en los países del sur
Los incentivos al abandono del cultivo pueden reducir la superficie a la mitad en España
Los ministros comunitarios de Agricultura analizarán hoy una propuesta de la Comisión Europea por la que se pretende eliminar la producción de remolacha azucarera en los países del sur de la Unión Europea. Este objetivo se quiere lograr mediante la aplicación de una nueva compensación básica por abandono del cultivo de 237,5 euros por tonelada de azúcar. Con esta medida, se teme que la superficie remolachera en España, de unas 100.000 hectáreas, se pueda reducir a la mitad, mientras se incrementa en los países del centro de Europa.
Esta nueva reestructuración en el sector azucarero se pretende aplicar para el próximo otoño y se produce tras haber fracasado Bruselas en su objetivo de reducir la producción azucarera en la UE en seis millones de toneladas de cuota. Responsables del Ministerio de Agricultura han señalado la necesidad de abordar la nueva situación que se pueda plantear de una forma consensuada con las industrias y los agricultores.
La UE tenía al inicio de la reforma, en 2005, una cuota de producción de 17,4 millones de toneladas, frente a una producción real superior a los 20 millones de toneladas y una demanda de unos 16 millones de toneladas. Para ajustar la oferta a la demanda, contando igualmente con un aumento en el futuro de las importaciones, Bruselas impuso una reforma de la regulación del mercado del azúcar (OCM) basada en dos pilares.
Por un lado, se rebaja el precio total de la remolacha de forma progresiva desde la campaña pasada para desincentivar el cultivo en las zonas menos competitivas por sus rendimientos. Respecto a la situación anterior, esa rebaja va desde el 11,4% al 20%. Por otra parte, se instauran ayudas complementarias por abandonar la actividad a razón de unos 900 euros por hectárea, a los que se suma entre el 10% y el 14% de la ayuda que reciba la industria por cerrar, una media de 70 euros más.
Esta estrategia comunitaria, en contra de las previsiones de Bruselas, supuso en la primera campaña de aplicación el abandono de sólo 1,9 millones de toneladas de cuota fundamentalmente en Italia, Portugal, Grecia Irlanda, Hungría, República Checa, Eslovaquia y Eslovenia. En España, la reducción de cuota ha sido de algo más de 100.000 toneladas, al pasar de 996.00 a 887.000 toneladas.
Más en los excedentarios
Frente a estos abandonos de cuota, Alemania y Francia, junto con el Reino Unido, han incrementado sus posibilidades de producción en unas 870.000 toneladas, al adquirir cuota a 730 euros por tonelada a la propia Comisión. Ello supone que se trata de una OCM dirigida a promover el abandono de la producción en unos países, para concentrar el cultivo en los otros que son en la actualidad los causantes de los excedentes.
De acuerdo con esta nueva propuesta, las industrias tienen en todo momento libertad para optar por los cierres y la reestructuración. Por el contrario, si la industria no tiene intención de cerrar, las peticiones de abandono de los agricultores sólo pueden llegar al 10% de la cuota de la empresa.
En medios agrarios se critica el interés de Bruselas en concentrar la producción en las zonas más competitivas, una política que no se impulsa en sectores donde son fuertes los países mediterráneos.
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