Muere un teniente coronel cubano en el intento de secuestro de un avión en La Habana

El aeropuerto internacional de La Habana fue escenario ayer de un tiroteo entre fuerzas de seguridad y dos reclutas cubanos fugados días antes de una unidad militar, que trataron de secuestrar un avión civil con el propósito de abandonar la isla. El Ministerio del Interior de Cuba informó de que los reclutas llegaron a la terminal aérea en un autobús con rehenes y que antes de ser detenidos asesinaron a un teniente coronel dentro de la aeronave.

Los reclutas, que realizaban el servicio militar obligatorio en una unidad cercana a la localidad de Managua, a unos 25 kilómetros al sureste de La Habana, iban armados con dos fusiles de asalto AK-47. Según el comunicado del Ministerio de Interior, "secuestraron un ómnibus de transporte urbano, tomaron como rehenes a varios pasajeros e irrumpieron con dicho vehículo en la Terminal 1 de vuelos nacionales del aeropuerto José Martí, donde penetraron en un avión allí estacionado, sin tripulantes ni pasajeros".

La versión oficial indica que los secuestradores lograron abordar el aparato -que podría ser un Boeing 737 arrendado a una compañía española y que acababa de llegar procedente de Santiago de Cuba-, y una vez dentro de la aeronave "dieron muerte a uno de los rehenes, el teniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) Víctor Ibo Acuña Velázquez, quien pese a estar desarmado intentó heroicamente evitar se cometiera el acto terrorista", reza el comunicado.

El Ministerio de Interior no aclaró cómo se produjo la posterior detención de los reclutas ni dio detalles sobre la operación de rescate. Sólo notificó que "la acción efectiva y coordinada de las fuerzas de seguridad permitió frustrar el propósito de los secuestradores y preservar la vida del resto de los rehenes".

Desde el domingo, el Ministerio de las Fuerzas Armadas y la policía venían difundiendo entre guardias de seguridad, porteros y conductores de autobuses las fotografías de tres reclutas fugados, informando de que se trataba de "sujetos peligrosos" que portaban armas de fuego. "Los delincuentes capturados son los dos últimos autores que permanecían en fuga desde el 29 de abril, luego de asesinar al soldado del servicio militar activo, Yoendris Gutiérrez Hernández, en el momento que actuaba como centinela, y herir a otro combatiente", se asegura en la nota oficial. Del tercero, detenido con anterioridad, no ofrecen más datos.

'Radio Bemba'

Aunque las autoridades no habían informado de este incidente, muchos vecinos de La Habana sabían por Radio Bemba, la emisora del rumor popular, que la policía estaba en alerta máxima desde el domingo buscando a unos reclutas armados. El Ministerio de Interior aseguró ayer que los individuos "cumplían el servicio militar activo" y que "se fugaron con dos fusiles AK-47, razón por la cual se desplegó un intenso operativo y se adoptaron las medidas dirigidas a evitar nuevas víctimas".

Las autoridades dijeron que la captura de uno de los prófugos permitió conocer "que el propósito era abandonar el país de forma ilegal", y acusaron a Estados Unidos de "alentar estas acciones vandálicas y criminales" al mantener en vigor la Ley de Ajuste Cubano, que da amparo a los cubanos que llegan ilegalmente a ese país.

"Sobre las máximas autoridades de los Estados Unidos recae la responsabilidad por estos nuevos crímenes, que se suman a la larga lista de actos de terrorismo de que Cuba ha sido víctima durante casi medio siglo", se dice en la nota oficial.

El cuerpo de guardia del Hospital Militar Carlos J. Finlay estaba tomado desde la madrugada de ayer por la policía y el Ejército. Fuentes no oficiales hablan de varios heridos, entre ellos uno de los secuestradores. Se desconoce si las víctimas se produjeron durante la operación de rescate.

El último secuestro aéreo en Cuba se remonta al 31 de marzo de 2003, cuando un hombre armado con una granada de mano desvió hacia Cayo Hueso, Florida, un AN-24 de fabricación soviética con 40 personas a bordo que cubría la ruta doméstica entre Nueva Gerona y La Habana.

Ese mismo mes, la policía cubana frustró un intento de secuestro de un avión por parte de un grupo de hombres armados. El 20 marzo de 2003, seis cubanos secuestraron un DC-3 de la aerolínea estatal cubana Aerotaxi, con 37 personas a bordo, y lo desviaron a Miami.

Aviones de Estados Unidos escoltaron el aparato hasta aterrizar en Cayo Hueso, donde los secuestradores fueron condenados apenas de entre 20 y 24 años de cárcel. En aquella coyuntura, se produjo también el intento de secuestro de una lancha de pasajeros cubana por varios hombres armados. Finalmente, los secuestradores de la nave fueron fusilados tras un juicio sumario, en una medida que tuvo gran repercusión y fue condenada por la comunidad internacional.