"España es un centro logístico para la distribución de la cocaína en Europa"
El fiscal antidroga alerta de que España es el segundo país con mayor consumo del mundo
"España, aparte de consumidor final, es un centro logístico de los carteles colombianos para la distribución de la cocaína en Europa", afirma el fiscal jefe antidroga, José Ramón Noreña. El sucesor de Javier Zaragoza considera "preocupantes" los datos sobre el consumo de cocaína, que sitúan a España en la cabeza de la clasificación mundial, por detrás de Estados Unidos. A juicio del fiscal antidroga, la lucha contra el narcotráfico está perdida si no se acaba con el consumo. "No creo en una solución a corto plazo", lamenta Norteña.
Hace apenas seis meses que José Ramón Noreña (Melilla, 1952) asumió la jefatura de la Fiscalía Especial para la prevención y represión del tráfico de drogas de la Audiencia Nacional, como sucesor de Javier Zaragoza, ahora máximo responsable del ministerio público en esta instancia judicial. Número uno de su promoción y doctor en Derecho Penal, el nuevo fiscal antidroga ha pasado, entre otros destinos, por el Constitucional y el Supremo. Con la reserva y la prudencia que le exige el cargo, Noreña no oculta su pesimismo ante el fenómeno del narcotráfico porque los datos, afirma, "son ciertamente preocupantes".
España sobresale en la clasificación del consumo de cocaína, pero en incautaciones de droga también ocupa los primeros puestos. "Son datos ciertamente preocupantes, especialmente porque, mientras que en Estados Unidos, principal consumidor de cocaína, las cifras parecen ir estabilizándose, en Europa occidental se mantiene una tendencia alcista", señala Noreña. "Somos el segundo consumidor mundial de cocaína, después de EE UU, si se atiende a la proporción entre consumidores y población total. Sólo nos separan tres décimas de los americanos, 3% y 2,7% aquí. En consumo absoluto el Reino Unido está por delante, con un 2,1% de consumidores, pero cuenta sobre la base de una mayor población total que España, así que este dato no permite ser muy optimista", advierte el fiscal.
En incautaciones de droga, España ocupa el tercer puesto mundial, muy por detrás de Colombia, que representa un 32%, y Estados Unidos (28%). Pero, tras la caída de las incautaciones de cocaína en España en 2004, que bajó a 33.136 kilogramos, ahora las cifras han vuelto a aumentar. En 2005 se capturaron 48.429 kilos y en 2006, sólo en operaciones del gran tráfico, de 5 kilogramos o más por operación, se intervinieron 46.874 kilogramos.
Para el fiscal, las cifras no significan necesariamente que la cocaína intervenida tuviera como destino final España, ni que el año 2004 haya habido una menor eficacia policial. "La lectura de diferentes informes muestra que los traficantes buscan constantemente rutas alternativas, no sólo en estaciones intermedias, como la ruta africana, sino finales. Un ejemplo de ello sería Portugal, que en 2003 no apareció en los gráficos europeos y en 2004 incautó 74,5 toneladas, y algo parecido sucede con un país tan alejado de los centros de producción como Grecia, que ese año incautó 5.400 kilogramos de cocaína. España, aparte de consumidor final, es más bien un centro de distribución logística para Europa, al igual que Holanda", afirma el fiscal.
La lucha contra el narcotráfico, según Noreña, será una guerra perdida si no se acaba el consumo. "Por eso, no creo que haya solución a corto plazo, mientras los Estados no se pongan a dialogar". Tampoco las perspectivas de producción que maneja Naciones Unidas, salvo quizá en el caso de hachís, permiten ser optimistas. Además, en 2006 se ha producido un importante repunte de la heroína incautada con 454 kilogramos, cuando dos años antes fue de 246 kilogramos.
En las grandes operaciones en las que ha intervenido la Fiscalía Antidroga desde 1988 el 70% de los narcotraficantes detenidos eran gallegos. En estos 20 años, operaciones como Nécora, Temple o Destello han puesto al descubierto la evolución de las mafias que utilizan instrumentos cada vez más sofisticados para operar.
Para el fiscal antidroga, "la actividad de blanqueo es muy variada, con sofisticadas operaciones bancarias y jurídicas que operan en paraísos fiscales".
Desde 1988 las sucesivas reformas del Código Penal han endurecido las penas para el narcotráfico. El Congreso está tramitando un proyecto de reforma del Código Penal que agrava las penas para organizaciones delictivas, precisa algunos aspectos de blanqueo y refuerza los mecanismos represores de delitos cometidos por medio de personas jurídicas.
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