"Los detectores de humo o no funcionaban o no estaban"

Los familiares de Esperanza Izquierdo, la mujer de 84 años que luchó ayer sin éxito contra las quemaduras que hirieron el 75% de su cuerpo, dudaron de la efectividad de los sistemas de seguridad de la residencia Reyes Católicos. "Los detectores de humo o no funcionaban o no estaban", aseguró a Europa Press una hermana de la fallecida, sorprendida por el tiempo que pasaron los ancianos expuestos a las llamas. A pesar de que la Consejería de Bienestar Social aseguró que la instalación, inaugurada en 2001, cumplía con todos los requisitos legales, los familiares exigieron a la consejera Alicia de Miguel, una "explicación".

Los inspectores de la consejería acudirán hoy a investigar si las causas del incendio están relacionadas con una colilla mal apagada, como señalaron los primeros indicios periciales y los testimonios de los testigos. "Algunos familiares nos aseguran que los ancianos no estaban bien vigilados y se les permitía fumar, pero eso hay que probarlo, y no es fácil", aseguraron desde Bienestar Social. La confirmación de la hipótesis de la colilla como origen del fatal incendio apuntaría a una negligencia de los responsables de la residencia. La Ley del Tabaco, aprobada en 2005, prohíbe fumar en este tipo de centros. "Si fumaban en una sala habilitada habrá que comprobar si estaba debidamente señalizada", aseguraron desde el Consell.

Los familiares de Izquierdo destacaron que "falló algo", aunque, a la espera de las investigaciones, no emprenderán medidas legales.