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La Universidad Politécnica de Cataluña impulsa la colaboración aeronáutica entre la UE y China

El proyecto Aerochina implica a las empresas catalanas Sener, Serra Aeronautics y Applus+

La Comisión Europea y el Gobierno chino, a través del fabricante asiático AVIC I, están explorando vías de colaboración para el desarrollo conjunto de aviones. El proyecto se llama Aerochina y está liderado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). En él participan las principales firmas europeas del sector, como el fabricante europeo Airbus. Y con él colaboran distintos centros de investigación e Ingenia, que agrupa empresas con sede en Cataluña como Applus+, Sener, Rucker y Serra Aeronautics. El objetivo de Aerochina es establecer estrategias de investigación e innovación tecnológica conjunta para avanzar en el diseño aeronáutico. La UE y China no descartan en el futuro la fabricación de una aeronave.

Aerochina se explica en el contexto del VI Programa Marco de la Unión Europea y en la voluntad de colaboración del Ministerio chino de Ciencia y Tecnología. El coordinador del proyecto es Eugenio Oñate, director del Centro Internacional de Métodos Numéricos en la Ingeniería (CIMNE, en sus siglas en catalán), de la UPC.

Medio cententar de científicos y técnicos de empresas y centros de investigación procedentes de UE y China se han reunido en los últimos días en Barcelona para dar un empujón al proyecto.

Ambas partes han puesto en común sus conocimientos y experiencias, pero, señala Oñate, tras el intercambio "ahora hay que preparar una nueva fase con mayor presupuesto que concretará la colaboración entre Europa China. Y queremos continuar liderándolo nosotros, desde Barcelona".

Tras el proyecto no se esconde que existen importantes intereses comerciales. También para algunas empresas con sede en Cataluña que figuran entre las unidas en Ingenia, una agrupación de interés económico constituida por 14 compañías con reconocida experiencia en el sector aeronáutico y del transporte. Entre ellas, figuran Applus+, Sener, Rucker y Serra Aeronautics.

China se prepara para un boom del sector. Bruselas prevé un crecimiento del 10,8% en el gigante amarillo hasta 2010 y el país asiático tiene intención de disputar los cielos a Boeing y Airbus: acaba de anunciar que fabricará aviones grandes de pasajeros. La Unión Europea quiere aprovechar para meter Airbus en el ajo y asegurarle volumen de producción.

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"Nuestro interés en cooperar con China es doble", explica el director de Transporte de la Comisión Europea, András Siegler, que ha participado en las reuniones de Barcelona. "Una de las principales causas del recalentamiento por el aumento de las emisiones de CO2 se debe a la industria aeronáutica. Tenemos que convencer a China de que se conciencie. También debemos intentar que todos los cerebros que están saliendo allí nutran más a Europa que a Estados Unidos. Queremos influir en el desarrollo de la aeronáutica china y vender más aviones, claro", admite al fin Siegler.

Adel Abbas, responsable de aerodinámica e I+D de Airbus España, subraya que China necesitará alrededor de 3.000 nuevos aviones en los próximos 20 años y "se abre un campo apto para la industria europea".

El vicedirector y responsable de investigación del fabricante chino AVICI, Zhou Jun, reconoce que en ingeniería y diseño todavía andan un poco cojos, pero replica que el principal interesado es Bruselas. "Es cierto que queremos desarrollar más esta pata, pero Airbus también depende de nuestros pedidos. Vivimos en un mundo globalizado y estamos condenados a entendernos. Es más una cooperación de China hacia la Unión Europea", advierte.

Airbus ha entrado en pérdidas, en esencia por el coste del retraso del nuevo modelo A-380, el futuro avión comercial más grande del mundo. El fabricante europeo, la mayor de las filiales del consorcio EADS, ha perdido el primer puesto que había logrado arrebatar a Boeing en los últimos cinco años, por número de pedidos, que en 2006 se redujeron el 25%.

Jun, que dirige una empresa con 200.000 obreros que fabrica aviones militares y de uso civil, no descarta una colaboración entre China y la UE para la fabricación conjunta de aeronaves. "Es una posibilidad de futuro", considera. De hecho, según recuerda el directivo asiático, varias de las partes del primer reactor de diseño chino, el ARJ-21, pensado para entre 70 y 110 pasajeros, "ya se subcontrata empresas europeas".

Pero la parte europea no lo ve todo tan claro. Dice Siegler: "Ya veremos si fabricamos un avión juntos, pero sí es cierto que de momento ya compartimos piezas y que los chinos emplean tecnología europea".

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