Miles de ciudadanos reivindican en calles y plazas un futuro en valenciano

El movimiento social de Escola Valenciana demostró ayer una vez más su fuerza en las tradicionales trobades en Valencia, La Vall d'Uixó y Santa Pola, donde más de 30.000 personas reivindicaron un futuro en valenciano y exigieron un compromiso firme de la Administración autonómica con la lengua y la cultura autóctona. El futur és nostre es el lema escogido en esta edición, que hasta junio celebra 16 concentraciones en las diferentes comarcas. Un mensaje "en positivo" que apuesta por el avance del valenciano y su normalización en todos los ámbitos, destacó Diego Gómez, presidente de Escola Valenciana.

"La fuerza de Escola Valenciana está en que la gente aprecie la lengua", afirma Gómez

La previsión de mal tiempo aconsejó posponer la trobada del Camp de Morvedre en Sagunto hasta el martes. La lluvia acompañó el encuentro en La Vall d'Uixó, y en Valencia los participantes aumentaron a lo largo del día al comprobar que podían prescindir del paraguas. En Santa Pola lució el sol. Al final del día, la organización calculó que 33.000 personas habían pasado por las tres trobades.

En el barrio de Sant Marcel.lí, escogido este año para el encuentro de Valencia, el cercavila encabezado por dos gigantes recorrió las calles de la zona durante una hora con un desfile colorista y alegre. Una cincuentena de colegios exhibieron sus pancartas y reivindicaciones -desde instalaciones decentes a más líneas en valenciano- al son de dolçaines i tabalets, bandas tradicionales o con instrumentos de percusión fabricados por los pequeños, como en el caso del colegio público Sara Fernández, cuyos alumnos usaron pequeñas botellas de agua rellenas de arroz como maracas. Un año más, centros como el Santo Ángel de la Guarda denunciaron la masificación de sus instalaciones, la enseñanza en barracones, y exigieron el impulso a las líneas en valenciano.

"Moltes ampliacions es fan utilizant l'espai del pati", recordaba uno de los carteles colgados en el exterior de la Carpa de la Realitat instalada en la calle de Pio IX, donde los manifestantes terminaron la marcha y se confundieron con los participantes que no paraban de llegar en el mar de casetas y puestos preparados para divertir a menores y adultos mientras se cocinaba una enorme paella. Juegos didácticos con papel, pinturas, lanas y todo tipo de materiales que se convertían en bolsos, gafas y otros objetos entretuvieron a los niños. En la acera jugaba con un globo Andreu, de un año, observado por su madre, Amparo Hernández. "Mi hijo va a la escoleta, quiero que hable la lengua de su padre y aprenda a escribirla correctamente", explicaba en valenciano Amparo, cuya lengua materna es el castellano. Un ejemplo entre muchos otros de que a las trobades no sólo asisten valencianohablantes y "veteranos" de este movimiento social como José, de 42 años, y Nacho, de 37, que paseaban con sus hijos, sino también aquellos que viven con naturalidad el aprendizaje de un segundo idioma o buscan la integración en la cultura y lengua autóctona. "Aquí no se pide entrada ni carné, o que se hable valenciano, sino que se ame el valenciano. El que crea conflicto es el que lo usa políticamente", afirmó Gómez. "El futuro es nuestro, es en valenciano", continuó el presidente de Escola Valenciana, cuya "fuerza está en que la gente aprecie la lengua". "Pase lo que pase con las elecciones", la organización "no dejará de presionar a la Administración para que garantice los derechos de los valenciahablantes" e impulse la normalización lingüística. Según sus datos, sólo una cuarta parte de los alumnos se escolarizan en valenciano y en los institutos un 35% del profesorado no está preparado para enseñar en la lengua autóctona. La organización de las trobades no quiso convertir su lema en un mensaje político, aunque reprochó a la Generalitat del PP su insuficiente apoyo al valenciano -la gestión de la Consejería de Educación ha sido evaluada con un "necesita mejorar"-. En esta 22ª edición, las trobades por la lengua también lo son "per la llibertat d'expressió: contra la censura de TV3, Grup Prisa i InfoTV".

En ese sentido, Gómez denunció a los "botiflers actuales, los que están en contra de la libertad de expresión y no quieren participación". En La Vall d'Uixó, según Escola Valenciana, hubo amago del PP de presentar una queja ante la Junta Electoral y de tachar la trobada, que se celebra desde hace años con apoyo municipal, como un acto político. Finalmente no hubo impedimentos para la fiesta, en la que participaron 50 escuelas. El polideportivo y una gran carpa protegieron a los asistentes de la lluvia.