El Ayuntamiento atribuye a un corrimiento de tierras la inundación del túnel de la M-30
200 vecinos protestan contra la apertura de una salida de la autovía en una calle residencial
La inundación del túnel de la M-30 a la altura de San Pol de Mar tuvo su origen en un corrimiento de tierras que rompió un colector y liberó miles de litros de aguas residuales y pluviales. Es la primera conclusión de los responsables municipales sobre la catarata de agua que el jueves anegó el túnel que discurre entre el paseo del Marqués de Monistrol y el estadio Vicente Calderón, a la altura de San Pol de Mar.
Ayuntamiento y Comunidad, que pasaron buena parte del jueves culpándose del incidente, admitieron finalmente el origen del problema: la rotura de una junta del nuevo colector que transcurre por encima del túnel de la M-30. Los responsables municipales quisieron ayer dar por zanjado el tema y no hicieron declaraciones. "Los corrimientos de tierra son frecuentes", explicó la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, quien aseguró que aún investigan "qué ocurrió". "Ha sido un accidente y no una deficiencia", aseguró. La edil tampoco olvidó citar los posibles efectos que pudo haber causado la rotura de una tubería del Canal de Isabel II sobre el terreno.
Un experto en la infraestructura confirmó esta hipótesis y advirtió del riesgo de que se repita, "porque ha existido un defecto en la construcción de los colectores por las prisas por terminar las obras". Agregó que han coincidido varios factores: "Las lluvias, el estado del terreno y problemas de los colectores". La incidencia del jueves no fue un hecho aislado. El 28 de marzo, la rotura de otro colector obligó a cerrar durante media hora el túnel que discurre entre el nudo sur y el Vicente Calderón.
"¡Que venga Gallardón!"
Por otro lado, cerca de 200 vecinos del margen oeste del Manzanares protestaron ayer por la tarde contra la apertura de una salida a la M-30 soterrada en la calle de San Graciano, una vía residencial de un solo sentido con más de 500 viviendas. Tras dos años aguantando las obras, no se libran del ruido. "Nos prometieron que iban a hacer un jardín, pero han traído los coches a los portales", se quejó una residente.
Cortaron ayer la calle de Antonio López, con tres carriles en cada sentido, durante casi una hora. Agentes de Policía Nacional y Local controlaron la protesta. "¡Pi, pi, pi!", "¡Que venga Gallardón!", "¡No a la salida!", fueron los principales gritos.
El momento más tenso tuvo lugar cuando una fila de policías cerró el paso en la acera intermedia. Los vecinos intentaron pasar, los agentes se cuadraron para evitarlo... "Oiga, ¿qué hace?", gritó un manifestante tras ser empujado por un agente. "¡Espérese ahí!", le respondió. "¡Esto es un atropello!", señaló otro afectado.
Después, el grupo comenzó a dividirse. La mayoría bajó a San Graciano, taponada con vallas y restos de obra. "Esto hay que repetirlo", comentó un afectado antes de retirarse a casa.
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