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Reportaje:Conflictos urbanísticos

Un pueblo que quiere ser excepcional

El alcalde socialista de Algar, en Cádiz, pide que no se aplique el POTA en su municipio

El Ayuntamiento de Algar, un municipio de la sierra de Cádiz de 1.613 habitantes, gobernado por el PSOE, ha aprobado inicialmente su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que contempla la recalificación 186 hectáreas, lo que supondría multiplicar por diez su suelo urbanizable. En este proyecto, se prevé la construcción de 1.588 nuevas viviendas, con lo que se incumple claramente los límites establecidos por el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA). Su alcalde, el socialista Manuel Garrido, reconoce este incumplimiento, pero reclama comprensión a la Junta de Andalucía porque su pueblo "necesita generar oportunidades de empleo para que los jóvenes no se vayan".

En 1960, Algar tenía más de 3.000 habitantes. Hoy, poco más de la mitad

En 1960 Algar tenía más de 3.000 habitantes. El municipio ha ido perdiendo habitantes, casi la mitad desde entonces, y ese descenso sólo se ha frenado en 2004, cuando la localidad notó los resultados de su apuesta por el turismo, hasta ahora, sólo representada en el complejo Tajo del Águila, que cuenta con actividades náuticas, casas y bungalows de alquiler, y un pequeño hotel, que ahora se está ampliando.

El Ayuntamiento lleva desde 2002 tratando de sacar adelante un ambicioso proyecto en la finca El Talancón, de 1.610.072 metros cuadrados. El PGOU de Algar prevé recalificar de suelo no urbanizable a suelo urbanizable de uso turístico para levantar allí un millar de viviendas, un hotel e instalaciones náuticas para vela y pesca deportiva.

Según Ecologistas en Acción, que ha presentado alegaciones a este plan, el Ayuntamiento pretende superar los 6.500 habitantes a través del desarrollo de este documento y hacer crecer el municipio de los 200.000 metros cuadrados actuales a más de dos millones. "Es una auténtica barbaridad", asegura el representante de la asociación Luciano Lozano, quien advierte además de que se superan ampliamente los límites que impone la nueva normativa andaluza.

"Si el POTA no admite crecimientos de suelo urbanizable superiores al 40% del suelo urbano disponible, el PGOU de Algar lo incrementa en 1.020%; si no admite crecimientos que supongan incrementos de población superiores al 30% en ocho años, este plan prevé un aumento del 360%".

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El alcalde de Algar admite estas cifras y reconoce que su plan podrá sufrir modificaciones una vez lo revise la Comisión Provincial de Urbanismo. Garrido reclama comprensión a la Junta de Andalucía y pide incluso "excepciones" para pueblos como el suyo, que necesitan inversiones y apuestas por el turismo para evitar la emigración masiva.

"Nuestro plan está listo antes de que se aprobara el POTA por lo que hay que ver si tiene carácter retroactivo. Además no es comparable un crecimiento del 30% en un pueblo como Marbella que en Algar", justifica.

El primer edil confía en sus proyectos para que vecinos que emigraron a Cataluña o a Alemania puedan regresar a su pueblo. "Si no podemos desarrollar el turismo, que nos digan qué industria ponemos aquí", sostiene el regidor.

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