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Reportaje:Inundación en la nueva M-30

Bomberos que no lo son

A los equipos de urgencia de los túneles, que intervinieron ayer, les faltan 140 horas de formación. Denuncian medios escasos para trabajar

Pedro Zuazua

Fueron los primeros en llegar ayer, cuando se detectó la caída de agua en el túnel, y lo hicieron provistos de unas pequeñas bombas que apenas achicaban. Llegaron en un camión rojo y vestidos de bomberos. Han recibido formación para serlo, realizan las mismas funciones, pero su contrato dice que son oficiales de segunda dentro del convenio de la construcción. Les faltan 140 horas de formación y también muchos de los instrumentos necesarios para actuar en caso de emergencia, coinciden distintas fuentes. Trabajan para la empresa privada (Emesa), encargada del mantenimiento de los nuevos túneles de la M-30.

Son 60 empleados, divididos en tres bases -Paseo de Extremadura, Calderón y By-pass Sur-. Otros 20 se incorporarán cuando se abra la del puente de Praga. Se presentaron a una oposición privada que les llegó a través de la academia en la que preparaban las oposiciones a bombero, y en cuyas bases se hablaba de "técnico especialista en emergencias", pero sus contratos les califican de "oficiales de segunda" del ramo de la construcción.

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"No entendemos para qué tenemos un camión de bomberos si somos de mantenimiento", aseguran varios empleados. Desde la academia que ofertó las plazas afirman que recibirán el resto de horas de formación en los próximos meses y que nunca se les dijo que fueran a ser bomberos. Los trabajadores replican que se les ofreció optar a un trabajo de "técnico especialista en emergencia".

"Son agentes de primera intervención", explica Santiago León, director gerente de Emesa. "Han recibido esa formación porque es la más parecida a la de un obrero. Tienen funciones de mantenimiento, de apagar fuegos y de muchas más cosas. Es lo que antiguamente se conocía como un peón caminero", dice.

Pero ellos no lo ven así. "Si tenemos que sacar a alguien de un coche, y le provocamos una lesión, o si sufrimos un accidente, ¿quién va a responder por nosotros?". Al preguntar a la empresa por esta cuestión, la respuesta es rotunda: "No sé, dímelo tú. Ya los jueces dictaminarán".

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"Las de mantenimiento deberían ser sus únicas funciones", aseguran desde Comisiones Obreras. "Con tan pocas horas, no se pueden considerar formados como bomberos", añaden.

Los trabajadores también se quejan de la falta de medios. "No hay mascarillas para todos, las botas no están homologadas y son más katiuskas que otra cosa", dicen desde una de las bases. "Son asuntos internos". Desde Madrid Calle 30 aseguran que la solución a estos problemas no les corresponde a ellos, sino a Emesa.

"Que falten mascarillas no es falta de medios, eso sería si no tuvieran ropa", dice Santiago León, que, en contra de lo que aseguran los trabajadores, dice no haber recibido ninguna carta pidiendo una mejora de los materiales de trabajo. "Además, ¿quién estima la cantidad de material que tienen que tener? ¿Quién dice cuál es el número de mascarillas apropiado?", plantea.

"Que nos falte material nos pone en peligro a nosotros, al resto del equipo y a las personas a las que vayamos a ayudar", replican los trabajadores, que se quejan también de las medidas de seguridad dentro de los túneles: "El otro día hicimos una ronda y de cuatro postes de SOS que probamos, ninguno funcionaba. Hay salidas de emergencia que no tienen salida, el túnel de emergencia que va por debajo no funciona, tenemos una bomba para inundaciones que necesita 380 voltios, pero no hay enchufes de ese voltaje, no hay cobertura en el interior...", comentan con indignación.

Las tres bases existentes no destacan precisamente por su comodidad. Las de Calderón y Paseo de Extremadura son dos casetas prefabricadas en las que no hay más agua que la de unos bidones. La tercera, y con mejores prestaciones, está en el By-pass Sur, a la entrada del túnel. Está sucia, "porque no hay servicio de limpieza", tiene un par de sofás, "que compramos nosotros haciendo un bote entre todos" y varios enchufes, "si conectas el microondas, no puedes tener a la vez el televisor o los radiadores, porque no hay potencia para todo", explican los trabajadores, que prefieren silenciar su nombre.

Los bomberos de Madrid Calle 30 trabajan en el interior del túnel inundado.
Los bomberos de Madrid Calle 30 trabajan en el interior del túnel inundado.C. ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Pedro Zuazua
Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo, máster en Periodismo por la UAM-EL PAÍS y en Recursos Humanos por el IE. En EL PAÍS, pasó por Deportes, Madrid y EL PAÍS SEMANAL. En la actualidad, es director de comunicación del periódico. Fue consejero del Real Oviedo. Es autor del libro En mi casa no entra un gato.

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