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Inundado un túnel de Madrid recién abierto

El Ayuntamiento y el Gobierno autónomo se culpan mutuamente de la incidencia

Jesús Sérvulo González

El megaproyecto del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, de soterrar algunos tramos de la M-30, la principal vía de circunvalación de la ciudad, se topó ayer con un gran contratiempo. Una "fisura" de unos 10 centímetros en la unión de dos colectores de agua provocó la inundación de uno de los túneles -que había sido inaugurado el pasado 30 de enero-, según reconocieron el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Las lluvias caídas en los últimos días hicieron pensar que los flamantes túneles, que discurren bajo las orillas del río Manzanares, sufrían filtraciones.

La incidencia provocó un nuevo desencuentro entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, pues ambos pasaron el día intentando culpar al otro de la fuga de agua. Mientras, un gran chorro caía de la cubierta del subterráneo, de 2,2 kilómetros, situado en el suroeste de la ciudad. La obra de soterramiento de este tramo de la M-30 ha costado 237 millones de euros.

Ruiz-Gallardón atribuyó a media mañana la "culpa" de la inundación a un organismo dependiente de la Comunidad de Madrid que ejecuta las obras de una estación de transporte a poca distancia de la inundación. Según el regidor, estos trabajos provocaron la rotura de una tubería de agua potable que anegó el túnel.

Pocos minutos después, Ignacio González, vicepresidente regional y presidente del Canal de Isabel II, el órgano que gestiona la calidad de las aguas de la Comunidad, aseguraba que esa tubería era "inocente" y achacó el problema a la red de colectores dependientes del municipio.

Colorante en el agua

Ambas Administraciones buscaron durante todo el día argumentos para inculparse. El Ayuntamiento realizó un analisis de aguas para justificar que la procedencia de la misma era de la tubería del Canal. Mientras, los responsables de la Comunidad de Madrid hacían lo propio: unos técnicos del Gobierno regional arrojaron un colorante rojo en el interior de un colector y el agua de la cascada que manaba del túnel se tornó en magenta en pocos minutos.

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Al final, la concejal de Urbanismo de la ciudad, Pilar Martínez, reconoció que la rotura del colector provocó la inundación, aunque este hecho, precisó, se agravó por la rotura de la tubería, de competencia regional.

La fuga de agua afectó a cientos de conductores que sufrieron las restricciones al tráfico en el interior del túnel, al tener que cerrarse dos de los cuatro carriles con los que cuenta para que los bomberos pudieran achicar el agua. Las restricciones se prolongaron hasta pasadas las cinco de la tarde.

Una gran cascada de agua, en el centro de la imagen, cae sobre el túnel de la M-30 de Madrid mientras los vehículos circulan a su lado.
Una gran cascada de agua, en el centro de la imagen, cae sobre el túnel de la M-30 de Madrid mientras los vehículos circulan a su lado.CLAUDIO ÁLVAREZ

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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