"La obra de Kubrick es eterna"
El legendario monolito de 2001, una odisea del espacio recibe al visitante en el Arena Sihlcity de Zúrich mientras la alfombra roja espera a los numerosos invitados a la inauguración de la exposición Stanley Kubrick, en la mente de un cineasta visionario. Esta muestra, organizada por el Museo del Cine de Alemania, la Filmoteca de Francfort y Christiane Kubrick, heredera del legado del genial cineasta, recorre toda su filmografía y ofrece al público la ocasión única de ver fotos de rodaje, decorados originales y documentos inéditos del creador de La naranja mecánica o El resplandor. La exhibición (www.kubrick.ch) puede ser visitada hasta el 2 de septiembre antes de seguir viaje hacia Roma.
Pregunta. Se cuentan innumerables anécdotas sobre el carácter supuestamente intratable de Stanley Kubrick. ¿Qué hay en ello de realidad?
Respuesta. Poco después de su muerte, recibí innumerables muestras de amistad. Desde Nicole Kidman hasta Malcolm McDowell, pasando por sus colaboradores, que destacaron que Kubrick era, esencialmente, alguien divertido y con gran sentido del humor.
P. ¿Era tan perfeccionista y exigente como dicen?
R. Esperaba mucho de sus actores. Las innumerables tomas que exigía eran una forma de llegar al inconsciente del intérprete. Que los textos no fueran recitados sino vividos e interiorizados al máximo. Claro que esa técnica podía ser agotadora, pero él realmente amaba a los actores capaces de darle lo que esperaba de ellos.
P. No es muy conocido que usted participó en sus películas.
R. Para los cinéfilos con buena memoria, yo era la prisionera alemana que cantaba al final de Senderos de gloria. Allí conocí a Stanley y decidí que quería pasar toda mi vida con él. Igualmente, mis cuadros se ven en Eyes wide shut o La naranja mecánica.
P. ¿Kubrick se interesaba por el cine español?
R. Stanley amaba Cría cuervos, de Carlos Saura, uno de sus directores preferidos. También estaba interesado en Buñuel y, por supuesto, en Almodóvar. Su relación con España nació durante el rodaje de Espartaco y se mantuvo toda su vida. Le encantaba la noche española y los toros, algo que yo detesto.
P. ¿Estaba frustrado por no haber ganado nunca un Oscar, aparte del de efectos especiales por 2001, una odisea del espacio?
R. Decía que le molestaba y le ofendía, pero no demasiado en serio. A menudo me preguntaba: "¿Por qué no me dan un Oscar?", pero no le hizo sufrir demasiado.
P. ¿Tenía alguna película por la que quisiera ser recordado por siempre?
R. Su mejor película era siempre la próxima. La que estaba por hacer.
P. Usted es la heredera del legado de Stanley Kubrick. ¿Cómo ve su futuro?
R. Creo que su obra estará aquí por siempre, ya es eterna. Esta muestra, que esperamos llevar a España, así como el enorme trabajo de las universidades, harán que su memoria siga viva.
Babelia
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